El sexismo y la misoginia son problemas que se presentan en diversas esferas y la política no es la excepción. En la actual contienda electoral que se celebra en Estados Unidos, Donald Trump es uno de los candidatos que participa para la presidencia, por lo que es indispensable recordar los escándalos en los que se ha visto envuelto en su carrera política, pues la violencia de género es algo que debe erradicarse en todos aspectos, iniciando por aquellos altos mandos. 

En un video secreto del 2005 que obtuvo y publicó el diario estadounidense The Washington Post, se puede escuchar a Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos, hablar de forma misógina de las mujeres: 

“They let you do it. You can do anything. Grab ’em by the pussy” (Te dejan hacerlo. Tu puedes hacer cualquier cosa. Tómalas del coño)

Esto en referencia a que los hombres poderosos podían hacer lo que quisieran con las mujeres. Donald Trump lo dijo a Billy Bush, presentador estadounidense de televisión y radio, cuando iba a hacer una aparición en la soap opera Days of Our Lives

No es el único comentario misógino que hizo, pues después procede a contar una historia de cuando intentó tener relaciones sexuales —sin éxito— con una mujer casada, se refiere a ella como “bitch” (perra) y hace referencias explícitas sobre su cuerpo. 

No es un territorio nuevo para Donald Trump, pues son numerosas las veces en las que se le ve calificando a las mujeres con respecto a sus cuerpos, apariencia y atractivo. 

Un ejemplo de ello es la frase que aparece en su libro Trump 101, publicado en el 2006 donde dice que: “Las mujeres son, en esencia, objetos estéticamente agradables”; o cuando publicó en su cuenta personal de Twitter: “26,000 agresiones sexuales sin denunciar en el ejército y sólo 238 sentencias. ¿Qué esperaban estos genios al poner a hombre y mujeres juntos?" en el 2013 como respuesta a las agresiones sexuales perpetradas en las Fuerzas Armadas.

Estos son sólo algunos de los comentarios que el presidente Trump ha hecho, pero las declaraciones escandalosas y misóginas que se han reportado tanto en su cuenta personal de Twitter, como en su libro y en declaraciones televisivas, son numerosas y dejan en claro la perspectiva que el político tiene sobre el género femenino.

No obstante, en un estudio del 2017 publicado por la consultora Perry Undem, se confirmó que no sólo es el presidente el que tiene una perspectiva errónea de la violencia de género. De acuerdo con el estudio, aunque sólo el 19% de los espacios legislativos estadounidenses estaban ocupados por mujeres, el 32% de los varones y el 25% de las mujeres que votaron por Trump dijeron que las mujeres tienen representación política igual o superior a la de los varones. 

Asimismo, el 47% de los varones votantes de Trump negaron que el sexismo fuera un problema cotidiano (ese número más que duplicó el porcentaje sobre el total de votantes, entre quienes sólo el 22% negó el peso del sexismo). Entre las votantes republicanas, sólo el 15% dijo que el sexismo es un problema real; el 54% afirmó que las mujeres exageran y leen cualquier comentario inocente como sexismo.

El sexismo y la misoginia no sólo son un problema cotidiano, sino invisible para los altos mandos y la sociedad. Este fenómeno representa un gran problema para las mujeres que quieren tener puestos relevantes en la política y, en general, para todas aquellas que dependen de la representación política para hacer valer sus derechos.