Édith Piaf, considerada una de las cantantes francesas más célebres del siglo XX, es conocida, además de por su inconfundible voz de gorrión, por su vida envuelta en los excesos y la tragedia. El día de hoy 19 de diciembre se festejan 104 años desde su nacimiento y así la recordamos.
Piaf nació en 1915 en París, Francia, donde comenzaron sus desventuras. Sus padres la abandonaron desde muy pequeña, dejándola al cuidado de su abuela quien era cocinera en un burdel por lo que la pequeña Edith muchas veces se quedaba al cuidado de las prostitutas del lugar.
Después de pasar algunos años cantando en las calles de París por algunas monedas y del trauma que le ocasionó perder a una hija de tan sólo dos años de edad debido a la meningitis; Édith Piaf se convirtió en la cantante francesa más famosa en los años 40 y 50, gracias a su voz vibrante y única que la llevó a presentarse en un sinnúmero de recintos, non sólo en Francia, sino en todo el mundo.
Una de las etapas más sobresalientes de su carrera se dio durante la ocupación nazi en Francia. Se dice que la cantante apoyo de diversas formas a la resistencia francesa, escondiendo amigos judíos de las deportaciones e interpretando canciones, como Mon legionnaire, que entonaba como un guiño a la resistencia. Fue en esta época cuando se convierte en la musa de los intelectuales y artistas existencialistas franceses.
En este mismo ámbito de posicionamiento político, uno de sus más grandes éxitos Non, je ne regrette rien (No me arrepiento de nada, en español) fue una canción interpretada por la cantante, en noviembre de 1960, dedicada a la legión francesa que en ese momento se encontraba en medio de la Guerra de Independencia con Argelia.
Piaf también fue conocida por ser un modelo feminista durante su época, principalmente después de la guerra, al mostrarse como una mujer de sexualidad libre y siendo propietaria de su destino profesional.
“Se convirtió en una mujer mucho más liberada, que no tuvo ninguna vergüenza en exponer una vida sentimental muy intensa, con múltiples amantes a los que nunca escondió, pese a que en el fondo siguiera buscando a un hombre ideal que no terminó de encontrar" comentó Joel Huthwohl, director del departamento de Artes del Espectáculo de la Biblioteca Nacional de Francia.
Una larga lista de decepciones en su vida personal, como la pérdida de su hija y la muerte de uno de los grandes amores de su vida, el boxeador estadounidense Marcel Cerdan; llevó a la cantante a un círculo de depresión y adicciones del que nunca pudo salir. Piaf murió en 1963, a la edad de 47 años, tras padecer cáncer de hígado, ocasionado por la vida llena de excesos que eligió. Según algunas biografías se dice que Piaf se mantuvo fiel a su estilo de vida cruda y real hasta su muerte, y que sus últimas palabras fueron: "Todo lo tonto que hagas en esta vida, que se paga".