¿Te has enamorado tanto de alguien al grado de ver sumamente interesante y excitante todo lo que hace, incluso las acciones más cotidianas? Aunque parece una fase normal del enamoramiento, en realidad esconde muchos riesgos.
Para que una relación funcione debe haber un propósito común, intereses compartidos, así como el compromiso de lidiar con los momentos difíciles. Sin embargo, esto no siempre ocurre y por ello, te hablaremos del efecto Halo en las relaciones y cómo afecta a las parejas.
Efecto Halo en las relaciones
El efecto Halo fue acuñado por el psicólogo estadounidense Edward L.Thorndike y consiste en la existencia de un sesgo cognitivo en el sujeto que provoca que percibamos algo como muy bueno solamente atendiendo a una de sus partes e ignorando las demás.
Generalmente se usa en el mundo del marketing, pero también puede aplicarse a muchas relaciones de pareja.
Karen Nimmo, psicóloga, explica en un artículo en Medium que el efecto Halo en las relaciones puede ser muy común.
Muchas veces, en la etapa del enamoramiento, vemos solo lo mejor del otro y lo percibimos perfecto. Sin embargo, con el paso del tiempo, conocemos mejor a la persona y vemos sus defectos.
Cuando estamos bajo el efecto Halo, idealizamos a la pareja, de manera que vemos incrementadas sus virtudes y vemos perfecto todo lo que hace. El problema es que dura por mucho tiempo o se intensifica, lo cual causa problemas en la relación.
Puede hacer que se justifique una mala acción de la pareja e incluso, verse a uno mismo como inferior a él o ella, dándole todo el control sobre nosotros. Esto lejos de ser romántico es una señal de alarma de que se debe dar un paso atrás para restablecer el equilibrio.
“Nunca es demasiado tarde para encontrarse a uno mismo y expresarse”, puntualiza Nimmo.
¿Cómo evitar el efecto Halo en las relaciones?
La psicóloga Nimmo destaca que hay una serie de pautas sencillas que se deben tener en cuenta para evitar caer bajo el efecto Halo en la relación:
1. Date cuenta de las imperfecciones
Nadie es perfecto, todos poseemos ciertos fallos en nuestra personalidad que pueden ser más o menos notorios y eso no tiene nada de malo. De hecho, una de las mejores partes de la relación es darse cuenta que amas a alguien con todo y esos detalles.
Claro, siempre y cuando sean pequeños fallos, pues si todo el tiempo te hace sentir mal y luego se disculpa, lo mejor es alejarse.
2. Observa cómo te tratas
La forma en que te tratas a ti mismo es importante porque guía a la pareja en relación a lo que esperas o cómo te gustaría que te traten.
Si tú mismo te pones en una posición inferior a la de tu pareja, le estarás enviando el mensaje de “tú eres más importante que yo”, lo cual a la larga traerá muchos malos momentos.
3. Revisa tu autoestima
Esto tiene mucho que ver con lo anterior y es que muchas personas con escaso amor propio necesitan que alguien los sujete y levante, lo que le da todo el control a la otra persona y favorece las relaciones tóxicas.
Por ello, es fundamental trabajar en las inseguridades respecto a uno mismo, pues se necesita el aprecio a uno mismo para poder estar bien en una relación de pareja.
“Permítete ser elogiado y agradecido. Si la gente sabe que te quieres, será más fácil que te quieran ellos también”, puntualiza la psicóloga.
4. No te pases
Ojo, trabajar tu autoestima no significa que te conviertas en una persona demasiado narcisista, porque evidentemente eso tampoco es bueno.
5. No pongas la relación por encima de todo
El efecto Halo puede salir a relucir con mayor intensidad en los momentos de ruptura, ya que hay una obsesión por no perder a esa persona “perfecta” que se quiere salvar la relación a toda costa. Esto acaba haciendo más daño a la otra persona y a uno mismo.
Recuerda que la relación no debe estar por encima de ambos, lo importante es que se sientan bien individualmente y puedan compartirlo con la otra persona.
Finalmente, la psicóloga Nimmo recomienda invertir tiempo para estar juntos y hacer cosas que ambos disfruten, así como asegurarte de que tu pareja sabe que eres importante.
No dejes que tu relación caiga en el efecto Halo, pues lejos de ser algo romántico, es un factor para vivir relaciones poco saludables que causen un daño emocional y hasta físico.