Cuando empieza el enamoramiento una de las partes que más se disfrutan son las historias. ¿Cuántas veces te has emocionado por lo que te cuenta una amiga?  La razón por la que existan tantas películas de amor, novelas, podcasts y contenido es porque el amor se disfruta, produciendo una sensación emocional y química agradable, pero ¿sabías que el cerebro es muy fácil de engañar? 

Al escuchar una historia de amor nos emocionamos porque tenemos la capacidad de crear situaciones falsas en nuestro cerebro e imaginarnos a nosotras mismas viviendo la historia, explicó Andrea Maza, psicóloga experta en terapia sexual y de pareja en entrevista para La Cadera de Eva. 

CHICK FLICKS VS. #RELATIONSHIP GOALS 

“Cuándo vemos una película romántica estamos en plena conciencia de qué es una cinta de Hollywood, Wollywood o cualquier tipo de producción y somos capaces de reconocer que es una ficción”, sostuvo la psicóloga. El problema con Tik Tok, los reels o los posts en redes sociales es que, a pesar de no verse como ficción, también lo son, explicó. 

Los influencers nos atraviesan por una realidad creada, que en muchas ocasiones, nos venden productos o estilos de vida que nosotros compramos; creando estándares ficticios parecidos a las películas y novelas, afirmó Andrea. 

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¿QUÉ TAN SANO ES UN GOAL?

Al estar tan al alcance de todos, creemos que las expectativas románticas que vemos en las publicaciones de redes sociales no son ficción y comenzamos por buscarlas, así nacen las ideas del amor romántico, los estereotipos o las ideas inalcanzables que no impiden muchas veces construir relaciones sexo-afectivas realistas, explicó la psicóloga. 

Cuando empezamos a ser parte de la historia de amor de alguien más, por ejemplo, un influencer que nos muestra su vida “cotidiana”, nos proyectarnos en él. Por ejemplo,  en el caso de Belinda y Christian Nodal, cuando empezaron a salir corrían los rumores que era un acuerdo entre discográficas para que al momento de terminar la relación cada uno tuviera más ventas, pero ahora que se van a casar aparecieron millones de memes aspiracionales, explicó la psicóloga. 

En muchas ocasiones, intentamos llevar las relaciones que vemos en nuestros influencer a nuestras vidas propias y esto genera estándares y escenarios inalcanzables. 

UN CV PARA EL AMOR

En lo general, para conseguir un puesto laboral mandamos un CV que nos permite entrar a los siguientes filtros y adquirir un trabajo, pero al final, este documento es reduccionista y nos define poco.

Si escalamos el concepto de crear currículums para ser pareja de nuestro influencer favorito le otorgamos nuestro valor a una personalidad que nos conoce en segundos y nos define como una persona deseable o no deseable para las masas, explicó Andrea, “similar a lo que sucede en las aplicaciones de citas”. 

@danyrdzsaa

Curriculum para conquistarte nene @maulopezzz ( defecto: no se escribir tik tok) #maulopezz #mexico #paratupágina #fyp #like

? original sound - Daniela Rodríguez

(Tik Tok de la influecer Daniela Rodríguez) 

Al ser parte de estas dinámicas donde los influencer generar compromiso con su comunidad, nosotros como usuarios, logramos ser parte de una ficción en la que el influencer nos validan, pero la realidad es que, crea un vínculo falso y ficcional.

ENTONCES, ¿CON QUIÉN ESTAMOS COMPROMETIDOS? 

“Existe la posibilidad de estar en constante expectativa”, sostuvo la experta, quien afirmó que, en muchos vínculos afectivos buscamos evaluar nuestras relaciones de acuerdo a los estándares marcados por las personas que admiramos, en este caso, los influencers. 

Es importante entender que existen distintos lenguajes del amor, y que en realidad, cada persona los adapta y demuestra según su personalidad. Es cierto que no podemos permitir violencias o relaciones dañinas, pero tampoco debemos de cumplir con todo lo que nos dicen nuestras redes sociales, sostuvo la psicóloga. 

Al final, si lo pensamos bien, las redes sociales son un grupo reduccionista porque únicamente en 56.4 por ciento tiene acceso a internet y los #relationshipgoals son relaciones que muchas veces no nos permiten mostrarnos como seres genuinos, darnos a conocer y conocer al otro, sino encajar en ficciones para repetir estereotipos del amor romántico siendo parte de un acto mediático, concluyó Andrea Maza.