La nueva película “Lightyear” de la saga de “Toy Story” ha sido prohibida en 14 países por mostrar una familia de mujeres lesbianas.
Con esta película la casa productora de Disney está haciendo un esfuerzo por mostrarse incluyente, aunque ello represente un desafío.
Es el beso entre ellas dos, lo que ha recibido críticas. Son dos científicas astronautas las que se dieron el beso.
Sin embargo, se ha comentado porque no se ha cuestionado cuando los niños están expuestos a violencia extrema, uso de armas, combates de muerte, destrucción de territorios poblados (en películas de superhéroes) abusos psicológicos y mentales, ausencias paternas y/o maternas, imágenes e ideas oscuras sobre la muerte u otros mundos.
El escándalo por el beso mostrado en la película de Disney denota lesbofobia, lo que continúa promoviendo discriminación y discursos de odio.
Con esta producción, Luis García, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Filmadoras, A.C. (AMFI), opina que a Lightyear, en particular, no le afecta en su construcción y percepción de marca
“Se está mostrando que hay un segmento de la sociedad que aún no está listo para la conversación, pero ésta no va a cambiar, se va a mantener hasta lograr una diversidad, igualdad e inclusión real en la sociedad. Hoy es un proceso complejo y lento, pero cada día avanza”, comenta.
¿CÓMO CONVERSAR CON LOS NIÑOS Y NIÑAS SOBRE LA PELÍCULA?
Al preguntarle a Mag Mantilla sobre cómo llevar el tema con los niños y niñas, aconseja que se debe hacer “mostrándoles y explicándoles que es una muestra de afecto y que cada persona puede amar a quien desee, pues el amor no tiene etiquetas. Es una acción de cuidado, respeto, reciprocidad, ternura y cariño”, explicó.
“Las madres y padres debemos inculcar a nuestras criaturas que sean ellas mismas, y que gocen de su libertad. En las prácticas de crianza debe existir el respeto y la confianza, que esas infancias se conviertan en adultas/os felices, seguros y que pongan en el centro su autodeterminación y autonomía en todos los ámbitos de sus vidas”, explica.
"No quiere decir que se vuelvan gays , pues sí una persona no es heterosexual lo descubrirá tarde que temprano, no es una conversión o enfermedad es parte de la toma de decisiones de las personas a lo largo de sus vidas, y qué mejor hacerlo libres de etiquetas que les constriñan su libertad de ser y estar en el mundo", señala.