El hablar de mujeres y deportes de contacto genera una serie de prejuicios, de que el box o la lucha libre, son deportes sólo para hombres.
A partir de la Primera Guerra Mundial, las mujeres comenzaron a incorporarse a la fuerza laboral, comenzaron a adquirir habilidades físicas que le permitían practicar deportes de contacto, de acuerdo con el semanario gráfico deportivo as.
En principio las mujeres con un status social bajo, comenzaron a practicar boxeo; después se fueron incorporando mujeres de la clase alta.
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De "peleoneras" a boxeadoras
Existen diversas historias que las mujeres que expresan sus emociones y sacan su energía mediante deportes de contacto, se comienza a relacionar que por "peleonera" se debe dedicar al box o la lucha.
Una de ellas ha sido la boxeadora argentina apodada “La Chucky” quien desde niña peleaba en la escuela y en la calle.
También ha sido el caso de la joven Zully Ramos, quien decidió dedicarse al box para defender a su hermano.
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Cuando los deportes fueron institucionalizados
Cuando los deportes comenzaron a mediatizarse y ser tomados por la industria, se fueron excluyendo a las mujeres. Ellas comenzaron a practicarlo en la clandestinidad, relata el artículo de Luchadoras.
Durante décadas, de acuerdo con el artículo publicado por Luchadoras, “durante décadas, la profesionalización de los deportes de contacto femeniles no sólo era impensable, sino que además estaba penalizada”.
En México, el box fue prohibido para las mujeres en 1946 por decreto presidencial de Manuel Ávila Camacho, fue hasta 1999 cuando la legalidad llegó para las boxeadoras mexicanas.
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Si bien, el boxeo ha sido un deporte clandestino, donde las denominadas “peleoneras” se han motivado a practicarlo, es un deporte para todas las mujeres que sobre todo les ayuda a controlar sus emociones.
Con información de Luchadoras