El embarazo en niñas y adolescentes es una problemática urgente de atender en México, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar en embarazo adolescente. Por otra parte, según la organización Aldeas Infantiles SOS, México también ocupa el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual infantil.
Numerosas organizaciones e instituciones han señalado que el abuso sexual de niñas y adolescentes es comúnmente perpetrado por algún familiar o conocido cercano. Adriana Patán, directora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (ddeser), señaló que en México hay muchas niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual:
“De acuerdo con las estadísticas, esta violencia se ejerce principalmente por personas pertenecientes a su círculo cercano, como tíos, primos, abuelos, padres o conocidos de la familia”, dijo Adriana Patlán en entrevista para La Cadera de Eva.
Bajo el contexto grave de violencia sexual infantil que enfrenta el país, Adriana explicó que en México se han dado diversas modificaciones legales para priorizar los derechos de las niñas y adolescentes, tal es el caso de la NOM046:
“La norma 046 es la Norma Federal para la atención a las mujeres que viven violencia. Está establecido en todo el país el atender a las niñas que tienen a partir de 10 años para que puedan acceder a una Interrupción Legal del Embarazo. Amparadas por esta norma, no se necesita el permiso del tutor porque se presume precisamente que es víctima de un delito de violencia sexual”, explicó Patlán.
Las consecuencias de un embarazo adolescente
De acuerdo con la experta, el embarazo en niñas y adolescentes y la falta de acceso a un aborto seguro puede llegar a obstruir el acceso a muchos otros de sus derechos, como el derecho a la educación:
“Les merma muchos de sus derechos, por ejemplo el acceso a la educación porque una niña o adolescente que cuida a otro niño es mucho más complicado que pueda regresar a la escuela. Muchas veces sus propios familiares las ponen a hacer trabajos del hogar en lugar de asistir a centros escolares”, dijo Adriana Patlán
También, de acuerdo con la directora de ddeser, el embarazo en niñas y adolescentes tiende a contribuir en un círculo de pobreza y falta de acceso a oportunidades de desarrollo laboral y económico. “Se va repitiendo un círculo de pobreza porque, al tener poco acceso a la educación, a la hora de que consiguen tener un trabajo esos trabajos son sin seguridad social, sin derechos y con poca retribución económica”, agregó.
Informar sobre el derecho de niñas y adolescentes a aborta
Adrian Patlán resaltó el trabajo que la sociedad civil realiza para informar sobre los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y adolescentes, entre ellos, su derecho a acceder a un aborto legal. No obstante, señaló también la importancia de que, desde el gobierno, se realicen campañas informativas al respecto.
“A mi me parece que falta un esfuerzo mucho más grande a nivel nacional de hacer una campaña de información en este sentido”, dijo Patlán, “nosotras desde la sociedad civil hacemos muchos talleres en escuelas, hacemos foros en diversos lugares donde damos esta información. Incluso después de los foros es cuando muchas se acercan a nosotras y es cuando hacemos el acompañamiento para que ellas puedan tener el acceso”, agregó.
¿Qué hacer si se niega por ser menor de edad?
Anualmente a nivel mundial 22.5 millones (45%) de los abortos que se producen a nualmente se llevan a cabo en contextos inseguros y de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el riesgo de muerte materna es cuatro veces mayor en las adolescentes menores de 16 años que en mujeres de entre 20 y 30 años de edad. Por ello es fundamental que las niñasy adolescentes puedan acceder a un aborto seguro amparadas bajo la NOM046, en cualquier lugar del país, pero ¿qué se puede hacer si se le niega el aborto a una niña o adolescente por ser menor de edad?
“Se puede denunciar en contraloría”, dijo Adriana Patán. “En los centros de salud hay buzones, donde justamente se denuncia la falta de información o que no se brindó el servicio a pesar de que están obligados como funcionarios públicos a seguir la norma y deben tener sanciones que van desde las administrativas hasta las económicas”, enfatizó.
La directora de ddeser recomienda buscar organizaciones de la sociedad civil, colectivas feministas o colectivas solidarias, quienes pueden ayudar en el acompañamiento del proceso, o bien, realizar procedimientos autorizados por la OMS.
“Siempre hay alguien a su alrededor que las puede ayudar, que piensen que no están solas. Nosotras en ddser, desde hace muchos años hemos recibido a niñas y adolescentes y siempre hay alguien que las acompaña, una tía, una amiga, una familiar, etcétera”, dijo Adriana Patán. “Las adolescentes siempre tienen que tener un círculo de confianza y nosotras las adultas siempre debemos ser esa adulta en que una niña o adolescente pueda confiar situaciones como estas”, agregó.