A Gabriel García Márquez se le reconoció su forma creativa de escribir, fue premio Nobel de Literatura en 1982. También fue un hombre que vivió en secreto su paternidad, por “veneración a Mercedes Barcha”, su esposa.
“A Gabriel García Márquez todo se lo perdonaron. Hasta ese infame último libro: Memoria de mis putas tristes, apología de la violación, la misoginia y la violencia contra las mujeres que recibió el mismo aplauso de los caballeros del canon que sus magníficas obras anteriores”, escribe Nuria Varela.
Su misoginia y machismo no cancela su genialidad ni creatividad, pero eso “no lo hace un gran hombre, sí un gran, enorme escritor”, apunta la autora de los libros Feminismo para principiantes y Feminismo. La Cuarta Ola.
SECRETO
El secreto ha sido un mal de las familias conservadoras, se ocultan abusos, se callan nombres, se cuida la apariencia. El biógrafo del escritor colombiano, Dasso Saldívar, dijo que que nadie se atrevía a nombrar esa relación amorosa entre el escritor y la periodista y cineasta Susana Cato “por veneración a Mercedes Barcha”, su esposa.
¿Acaso era de esperase? En último libro del escritor y periodista colombiano, García Márquez, romantizó una violación: “El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen», hasta el final: «Ay, mi sabio triste (…) Esa pobre criatura está lela de amor por ti”, narra la periodista.
Leo sobre Indira Cato, la hija no reconocida de García Márquez, y confirmó el pacto patriarcal del mundo literario: todos callaron por “respeto a Gabo”, pero nadie señaló que engañó a su mujer, abandonó a una hija y negó públicamente su existencia. ¿Es neta, gente?
— Adriana Romero-Nieto (@adrianaromeniet) January 17, 2022
ESCRITORAS INVISIBILIZADAS
No hay evidencia directa que el escritor colombiano haya bloqueado a escritoras, pero el mismo sistema lo hizo. En su época existió Marvel Moreno, una escritora barranquillera “tan importante como García Márquez” cuya obra fue desconocida por años, dice la BBC.
Incluso en la Librería Casa Tomada ubicada en el barrio de Palermo en Bogotá se invita a conocer autoras que fueron invisibilizadas, ya que la atención se centró en García Márquez.
Sobre el secreto que guardó García Márquez hacia el público, Indira Cato y su madre, Susana Cato, no hay dicho nada, las especulaciones siguen. Sin embargo, los silencios de familias nos dejan ver como se ha perpetuado el llamado “pacto patriarcal”…