A lo largo de la historia la palabra joto ha tomado un significado importante para la población LGBTIQA, ya que se ha usado como un insulto. 

Hasta la actualidad se sigue utilizando esta palabra para señalar de forma discriminatoria a los homosexuales o lesbianas, incluso a personas trans y de género fluido. No obstante, algunos miembros de la comunidad LGBT+ se han ido apropiando de este término para quitarle su connotación despectiva y homofóbica

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¿De dónde viene la palabra joto? 

Existe una versión que se considera más una leyenda, pues no se tiene certeza del origen. 

La versión nos transporta a 1900, cuando Porfirio Díaz era el dictador en turno, quien en ese año inauguró la cárcel de Lecumberri, la cual se dividía en las letras del abecedario. 

Por razones que no se saben a ciencia cierta, en la crujía con la letra “J” de esta cárcel era donde se encarcelaban a aquellas personas que cometían faltas contra la moral. Es decir, a los hombres homosexuales, las mujeres lesbianas y cualquier persona que no cumpliera con los roles heterosexuales. 

{"quote":"El Código Penal Mexicano de 1871 castigaba las relaciones gays como un acto contra natura, una falta a la moral y a las buenas costumbres. Esta ley permitía que los homosexuales fueran castigados por las autoridades. Y al menos durante la primera mitad del siglo XX, los hombres de la comunidad LGBT+ fueron víctimas de la represión. "}

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Según los registros de la época, muchos de los arrestados en el famoso “Baile de los 41”, fueron llevados a la cárcel de Lecumberri y se les aprisionó en la celda ‘J’. Este es otro de los eventos que ayudó a que se les dijera de esta forma a los gays.

Sin embargo, existe una versión poco conocida que, según el historiador Luis de Pablo se ha documentado que esta palabra se comenzó a utilizar desde 1833. Se encontró que en el semanario sarcástico político llamado “El Mono”, se utilizó una referencia a esta palabra de la siguiente forma:  

{"quote":"“Un monazo viejo y cachetón le dirigía la palabra a otro enjuto, meloso y afeminado que se parece mucho a los que de aquí el vulgo denomina jotxs” "}

La población LBGTIQA se ha apropiado de la palabra joto o jota, con el fin de resignificar la connotación negativa de estos insultos. Pero sólo las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQA pueden utilizarla, pues si no perteneces a esta comunidad, el decir “joto” sí es tomado como un insulto. 

¿Qué es ser buga y por qué no es un insulto? 

Al igual que muchas otras palabras del léxico informal, “buga” tiene significados diferentes dependiendo de dónde estés. Pero todo parece indicar que este término —que se utiliza para referirse a las personas heterosexuales— nació en México. También lo usan en otros países de Centroamérica.

Algunas leyendas urbanas mexicanas dicen que “buga” también viene de la época del Porfiriato. Según cuentan, en la Ciudad de México existía un prestigioso restaurante que se llamaba Bugambilia.

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 A este lugar solo podían entrar personas de la alta sociedad, adineradas y con poder. Y por supuesto que se les negaba el servicio a los homosexuales, por supuesto, a mujeres lesbianas o a cualquier persona que no fuera rica o “respetable”. 

Supuestamente, fue entonces cuando los que no eran bienvenidos en Bugambilia empezaron a llamarles “bugas” a los heterosexuales. “Buga” de “bugambilia”, “buga” como sinónimo de heterosexual.

Con información de Homosensual y Manu Castillo