La maternidad no siempre es el proceso tierno y deseado que la sociedad impone. Mucho menos, si se vive desde la prisión.

En México, 436 niños y niños viven encerrados en alguna prisión del país. Sin embargo, pese a este número, las condiciones para las madres y sus hijos no logran ser suficientes para una vida digna dentro de las prisiones.

Según el Diagnóstico de Maternidad y Paternidad en Prisión de Reinserta, la maternidad en los centros de reinserción social, es sinónimo de vulnerabilidad y falta de oportunidades de salud.

En un estudio realizado por la organización, cinco de cada 10 mujeres que viven la maternidad en esta condición, no tienen acceso a atención ginecológica, por lo que este mismo número de mujeres se sienten inseguras al interior del Centro. Además, solo el 53 por ciento de las mujeres que se embarazaron dentro del centro de reinserción recibió atención prenatal.

Las condiciones y las precariedades en las que viven las madres dentro de los centros, provoca que algunas olviden hasta la fecha de nacimiento de sus propias hijas.

La encuesta se realizó a mujeres de 10 centros de reinserción de todo el país: Baja California Sur, Sinaloa, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Nuevo León, Tamaulipas, Puebla, Quintana Roo, Tabasco.

En comparación, la paternidad dentro de las cárceles no se desarrolla igual que la maternidad.

El 98 por ciento de los hombres custodios no tiene hijas o hijos dentro de la cárcel. El 24 por ciento perdió la patria potestad de sus hijas o hijos al caer al centro de reinserción. 

En este análisis, Reinserta da cuenta que el sector más afectado son los hombres, ya que el marco jurídico nacional no contempla su derecho a la paternidad, como sí lo hace con la mujer.

El diagnóstico refiere que para llevar la maternidad en prisión aún se deben aplicar mecanismos por parte de las autoridades para garantizar este derecho. Además de contar con infraestructura necesaria como bebetecas, ludotecas y centros de convivencia familiar en los centros de reinserción. 

Ante el diagnóstico, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, calificó a los centros penitenciarios de las 10 entidades con una calificación menor a 7.3 en el tema de maternidad.