Uno de los primeros cinco aparatos eléctricos aparte de la máquina de coser, el ventilador, la tostadora y el hervidor, fue un estimulador sexual: el vibrador. Se considera que el vibrador fue un aparato inventado durante la época Victoriana (1937-1901), por el médico británico Joseph Mortimer Granville como parte de un tratamiento médico para curar la histeria. Una mujer que sufriera de síntomas como estrés, insomnio, arrogancia, demasiada confianza, depresión, aburrimiento o insatisfacción sexual normalmente era diagnosticada con este mal y se creía que esta ‘enfermedad’ podía emanar un bloqueo del órgano sexual femenino.
Los doctores realizaban masajes vaginales a las mujeres como parte de su tratamiento, masajeando el clítoris hasta el orgasmo para aliviar la presión acumulada; sin embargo, esta práctica carecía de una connotación sexual y era considerada un tratamiento moderno victoriano.
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A los médicos se les cansaban las manos
Se cree que la mecanización del aparato fue debido a que los médicos se les cansaban las manos. Uno de los primeros modelos fue de sobremesa impulsado por una máquina de vapor en algunas ocasiones lanzaban chorros de agua directamente al clítoris, pero con el paso del tiempo se fabricaron modelos más pequeños y menos ruidosos.
Con la llegada del modelo manual y conexión a la corriente eléctrica el aparato podía vibrar a distintas intensidades. La popularidad del dispositivo fue tal que las mujeres comenzaron a comprarlo para usarlo en casa. El vibrador fue un aparato comercializado con discreción, normalmente en su publicidad se apreciaba a una mujer sujetando un masajeador sobre el cuello que afirmaba: “Acababa con las presiones diarias”, era común en periódicos y revistas.
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En los años 20''s con la llegada de las películas porno la publicidad de estos aparatos disminuyó, pero 40 años después, en el auge de la revolución sexual en la década de los 60 el aparato regresó para quedarse.
La escritora y sexóloga estadounidense Brenda Love asegura que la inventora del vibrador fue Cleopatra señalando: “Ella tenía una pequeña caja que podía llenarse de abejas y colocarse contra sus genitales para una estimulación similar a la de los vibradores”. Sin embargo, no hay suficientes referencias históricas para afirmar esta especulación.
En 2011, los actores Hugh Dancy, Maggie Gyllenhaal, Rupert Everett y Jonathan Pryece le dieron vida a ‘Hysteria’. Una película que cuenta la historia del origen de este aparato con un toque humorístico y ligero. Refleja la política y creencias de la época, los tratamiento médicos, la poca importancia al disfrute sexual en relación con el vibrador, y el pensamiento de mujeres consideradas fuera del rol tradicionalmente aceptado por la época.