La lista Nominal para las Elecciones 2021, cuenta con el nombre de más de 49 millones de mujeres, equivalente al 51 por ciento del total; históricamente son las elecciones con la tasa de participación más alta para nosotras. Por esa razón la importancia de nuestra participación ciudadana ejerciendo nuestro voto informado y consciente nos ayudará a crear espacios seguros en los cargos públicos y de representación.
En esta Jornada Electoral se renovarán 500 diputaciones federales, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y 900 ayuntamientos y por primera vez, la ley garantiza la paridad de género en todos los sentidos, incluidas las gubernaturas. “El justo equilibrio entre mujeres y hombres hace la diferencia en un mundo más desigual e injusto”,dijo la abogada feminista Patricia Olamendi, “pero la paridad no es únicamente en representación numérica, sino en la acción de todas las mujeres al ejercer sus derechos”.
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“Los representantes públicos están tomando decisiones que afectan en la vida de todas las personas. Sí debemos de saber quienes están tomando qué decisión que nos afectan de qué manera”, dijo la activista Bárbara Aranda para La Cadera de Eva.
El voto de la mujer en México
Las mujeres han sido parte de movimientos sociales desde principios del siglo pasado; en 1910 el club femenil antirreeleccionista “Las Hijas de Cuauhtémoc”, se unieron con Madero en su lucha por la presidencia. Poco después, en 1916 participaron el Primer Congreso Feminista impulsado por el gobernador de Yucatán en el cual se demandó el voto de la mujer.
El 13 de julio de 1917, el gobernador de San Luis Potosí, Aurelio Manrique, concedió el derecho a votar y ser votadas a las mujeres potosinas en elecciones municipales. En Yucatán, ese mismo año, fueron electas tres mujeres para diputadas: Raquel Dzib, Beatriz Peniche de Ponce y Elvia Carrillo Puerto.
En el Congreso de la Unión de la administración de Lázaro Cárdenas se otorgó el derecho al voto de la mujer y a aspirantes a cargos por elección popular, pero fue hasta el gobierno de Miguel Alemán en 1947 que se reformó el artículo 115 constitucional, que le dio el derecho a las mujeres a votar en elecciones municipales.
En diciembre de 1952, el presidente Adolfo Ruiz Cortines envió una iniciativa con reformas constitucionales al Congreso de la Unión y el 17 de octubre de ese mismo año se publicó en el Diario Oficial Federal las reformas al artículo 34 constitucional y las modificaciones al 115 otorgando el derecho al voto y a ser votadas para las mujeres.
El 3 de julio de 1955 las mexicanas ejercieron su derecho por primera vez en elecciones federales para elegir a los candidatos que conformarán la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión.
Más espacios para mujeres
“Los movimientos feministas se están posicionado como una alternativa para romper esa dinámica dicotómica y polarizada en la que el país está sumido”, compartió la activista Laura Ballesteros Mancilla para Vértigo Político y alentó a las mujeres a investigar a los y las candidatas que están en la contienda.
Por otro lado, históricamente las mujeres han sido invisibilizadas en los espacios públicos, pero existen plataformas como Aúna, que impulsa nuevas representaciones políticas y normaliza la presencia de mujeres en estos espacios, para la toma de decisiones y ejercicio de democracia que busca un mayor bienestar, justicia y protección del medio ambiente.
“Aúna hace algo muy revolucionario, reúne a mujeres que quieren construir cosas en materia de igualdad en un proceso de lo que nos mueve y nos dice “vamos juntas””, comparte Bárbara Aranda, y expresa que el sistema político y partidista ya no estará hecho únicamente para algunos.
“A pesar de que las mujeres por mucho tiempo no han contado con los mismos derechos políticos y electorales respecto al género masculino, nuestra participación resulta fundamental”, escribió la abogada Carla Humphry en su columna de opinión para La Silla Rota.
En las elecciones de 2018 las mujeres tuvieron un mayor nivel de participación que los hombres, representando el 66.2 por ciento de la fuerza electoral; y en términos de abstencionismo, los hombres alcanzaron un 41.9 por ciento mientras que las mujeres un 33.8 por ciento.
Por otro lado, en estas elecciones existe una normatividad para atender, prevenir, sancionar, erradicar y reparar la violencia política en razón de género por el que se establecen responsables, sanciones, obligaciones y un tipo penal de violencia política.
Asimismo se incorporó un esquema de perspectiva de género para monitorear las precampañas y campañas electorales en programas noticiosos de radio y televisión.
“Como podemos observar, existen mejor elementos para que la participación de las mujeres sea mayor tanto en número de candidatas que se registraron como en más alta participación de las mujeres que acudan a votar”, sostuvo la abogada.
#YaNosToca
“México no nos ha enseñado a votar y nos ha debido tanto, que no creemos en las figuras políticas”, sostuvo la activista, pero informarse sobre la trayectoria, agenda y propuestas de los candidatos y candidatas; observar la congruencia de su vida pública y privada; y, ejercer tu voto en conciencia y libertad es un paso más para identificar a las personas con las que se puede construir y elegir a dignos representantes.
“#YaNosToca es un llamado colectivo para ir a ocupar los espacios donde se están decidiendo cosas importantes, entonces ya nos toca considerar y llegar a ocupar esos espacios para crear redes para llegar juntes”, concluye Bárbara Aranda.