El tema de los cuidados durante la pandemia por la Covid-19 cobró relevancia en la agenda pública tanto a nivel local como internacional. Sin embargo, conforme la pandemia se ha ido extendido, el tema se encuentra en una suerte de limbo ya que las situaciones de inestabilidad económica, política y social han desviado el foco de atención.
A nivel internacional se pueden visualizar diversos esfuerzos por mantener el tema vigente. Tal es el caso de la Alianza Global por los Cuidados, iniciativa promovida por el Gobierno de México a través de Inmujeres y ONU Mujeres en el marco del Foro Generación Igualdad. Este espacio busca la conjunción de diversos actores que van desde gobiernos, organismos internacionales, academia, sociedad civil y empresas del sector privado con el propósito de afrontar la carga de cuidados que obstaculiza las oportunidades económicas de las mujeres.
Otro de los ejemplos a los que podemos aludir es la Ley Modelo Interamericana de Cuidados, iniciativa promovida por la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM/OEA) y la Unión Europea (UE) a través del área de Igualdad de Género del programa EUROsociAL. El objetivo de dicha Ley es: “reconocer, redistribuir, regular, promocionar y generar nuevas formas de atención del trabajo de cuidados y doméstico no remunerado, así como visibilizar y reconocer la contribución histórica de las mujeres en esta materia”.
Estas dos referencias muestran la importancia de abordar el tema de cuidados desde la política para incorporarlo al plano normativo y respaldarlo presupuestalmente para llevar a cabo acciones enfocadas a reconocer, redistribuir y reducir el trabajo de cuidados mediante la implementación de políticas públicas en la materia.
¿Qué pasa en México?
En México, gracias al trabajo de diversas organizaciones, legisladoras y la academia, el tema del cuidado se ha colocado en la agenda pública como estratégico, lo que se ve reflejado en la generación de materiales con datos y propuestas en la materia que muestran la importancia de generar políticas públicas integrales con perspectiva de género. De manera paralela, esto también se ha impulsado por los cambios en diversos programas y recortes presupuestarios que han sido sustituidos por transferencias directas que incrementan el trabajo no remunerado llevado a cabo por las mujeres, acrecentando diferentes brechas de desigualdad y afectando la posibilidad de generar procesos de empoderamiento.
En términos económicos, esta situación dificulta la entrada y permanencia de las mujeres a la economía remunerada, así como su crecimiento profesional. Según información del análisis Estados #ConLupaDeGénero 2022 del IMCO, en México la participación de las mujeres en la economía es de 43.6%, en contraste con el 70% de participación de Suecia e Islandia. Es decir que las mujeres en México tienen una desventaja evidente en términos económicos que se agrava si se toma en cuenta el trabajo no remunerado que recae en ellas.
Para mejorar las condiciones de las mexicanas que posibiliten un entorno favorable para la entrada/permanencia de las mujeres a la economía remunerada y su crecimiento profesional, el análisis referido propone, en concordancia con la literatura especializada en el tema, la creación del Sistema Nacional de Cuidados, el cual deberá tener el objetivo de atender las necesidades de cuidados de menores, adultos mayores y personas con discapacidad, para estrechar la brecha de desigualdad provocada por el trabajo no remunerado que afecta a las mujeres.
Aunado a lo anterior, en el documento “Trabajo de cuidado no remunerado y propuestas legislativas sobre el derecho al cuidado digno” de Irma Kánter Coronel publicado en 2020, se hace referencia a que en México en los próximos tres años aumentará el número de personas con necesidades de cuidados. Ya que, como indica Kánter en el documento referido, a mediados de 2020 se estimaba que alrededor de 43 millones de personas requerirán de algún tipo servicio de cuidado, número que aumentará en 2025 a 44 millones, para 2030 a 45.3 millones y cerca de 52 millones en 2050.
Tomando como referencia el contexto descrito, la necesidad del Sistema Nacional de Cuidados en México es imperante ya que permitiría otorgar una atención especializada para menores, adultos mayores y personas con discapacidad; abriría la posibilidad de que muchas personas reciban una remuneración por llevar a cabo la actividad de cuidar y; se lograría que muchas mujeres tengan la posibilidad de contar con tiempo propio que podrán ocupar en lo que ellas consideren lo mejor para sí mismas.
Sin embargo, el avance hacia el Sistema Nacional de Cuidados ha sido lento y, en estos momentos, no se ve con claridad hasta cuando podremos ver materializada la propuesta del Sistema Nacional de Cuidados ya que, si bien la Cámara de Diputados el 18 de noviembre aprobó la reforma para darle rango constitucional el derecho al cuidado mediante la reforma a los artículos 4 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Senado de la República aún no la ha aprobado.
En este sentido, el primer pendiente sería que el Senado apruebe la iniciativa que servirá de impulso para la creación de la Ley del Sistema Nacional de Cuidados y demás modificaciones normativas y presupuestales para el funcionamiento de este Sistema; lo que servirá para establecer los cimientos para formalizar el trabajo interinstitucional, el reconocimiento del trabajo del cuidado, el presupuesto para infraestructura adecuada y la contratación de personas cuidadoras, así como un servicio de calidad para quienes demandan cuidados.
El reto es aún grande, pero no debemos perder de vista que al final de cuentas todas las personas tenemos o tendremos la necesidad de ser cuidadas, y dicha labor debe ser y será compartida, por lo que se requiere del compromiso y trabajo en conjunto de la sociedad, del mercado y del estado para lograrlo.
FUENTES CONSULTADAS
https://www.oas.org/es/cim/docs/LeyModeloCuidados-ES.pdf
http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/handle/123456789/5074
Politólogo con Maestría en Sociología Política por el Instituto Mora. Gestor de información. Asesor en planeación, diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de proyectos. Conocimientos en temas políticos, derechos humanos, perspectiva de género y medios de comunicación aplicados al ámbito de la comunicación política, procesos electorales, inteligencia y contrainteligencia empresarial, políticas públicas y relaciones inter e intrainstitucionales.
Integrante del Seminario Sociología Política de los Cuidados del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.
Twitter @vicpiang