Escribir se ha convertido en un acto revolucionario que acompaña al movimiento feminista; las escritoras, quienes tienen el don de crear mundos completamente nuevos y oníricos, cada vez se reapropian de más lugares para dar a conocer su magia mediante palabras perfectamente acomodadas. Desde hace siete años, España celebra el Día de las Escritoras, jornada que este 2022 se conmemora el 17 de octubre y en la que no solo se pone en valor el talento de las autoras contemporáneas, sino que también se reivindica a aquellas mujeres que el tiempo, el canon y el machismo se han encargado de anular.

Si bien es cierto que los libros escritos durante la historia de la humanidad son innumerables y es posible que muchos de ellos jamás se conozcan, también es una realidad que los nombres de hombres son los que han plagado cada uno de los movimientos literarios y son las mujeres escritoras quienes de verdad han quedado en el anonimato total.

Históricamente las mujeres han quedado relegadas a un lugar secundario en la sociedad, se impuso un rol de género en donde la vida familiar y las labores domésticas eran su única tarea ya que se llegó a afirmar que la mujer era incapaz de valerse por sí misma, por su naturaleza peligrosa y su inteligencia inferior. Es así como en la literatura se condenaban los actos “inmorales” mientras se encargaba de borrar los nombres de las mujeres de la historia literaria.

Escondidas detrás de anónimos y nombres masculinos, las escritoras quedaron en la oscuridad ya que mientras los hombres eran considerados genios por crear literatura, pinturas o fotografías, las mujeres que se atrevían a mostrar su talento sin ocultar su nombre eran comidas por una sociedad machista que les colgaba el letrero de desequilibradas y locas, es por ello que aquí te dejamos algunos libros escritos por mujeres que puedes encontrar en PDF.

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Sólo da clic en el título de la novela y te redirigirás a una página donde podrás descargar los libros. Deseamos que la magia de cada escritora te atrape y disfrutes las vivencias y mundos creados por aquellas que significan la resistencia.

Buenos días, tristeza (Françoise Sagan, 1954)

En una hermosa mansión a orillas del Mediterráneo, Cécile, una joven de diecisiete años, y su padre, viudo y cuarentón, pero alegre, frívolo y seductor como nadie, amante de las relaciones amorosas breves y sin consecuencias, viven felices, despreocupados, entregados a la vida fácil y placentera. No necesitan a nadie más, se bastan a sí mismos en una ociosa y disipada independencia basada en la complicidad y el respeto mutuo. Un día, la visita de Anne, una mujer inteligente, culta y serena, viene a perturbar aquel delicioso desorden. A la sombra del pinar que rodea la casa y filtra el sol abrasador del verano, un juego cruel se prepara. ¿Cómo alejar la amenaza que se cierne sobre la extraña, pero armónica relación de Cécile con su padre? A partir del momento en que Anne, que había sido amiga de su madre, intenta adueñarse de la situación, Cécile librará con ella, con el perverso maquiavelismo de una adolescente, una lucha implacable que, a pesar suyo, erosionará su vida y la conducirá lentamente al encuentro de la tristeza.

Pánico o peligro (María Luisa Puga, 1983)

En la narrativa mexicana publicada en las últimas décadas, una obra que desde su primer aliento se mostró madura y original ha sido la escrita por María Luisa Puga. Autora de varios libros, en Pánico o peligro narra las vicisitudes diarias de cuatro mujeres sometidas a un peregrinar desorientado en otra ciudad de México, no muy lejana en el tiempo, que las hará dueñas de una insospechada biografía. Con un sentido de observación particular y una sensibilidad que responde a cualquier registro, la escritora Susana, personaje central, nos induce a reconocer realidades en las que inesperadamente está involucrada: los valores imperantes son todos excepto los personales; pareciera que en los corredores de la cotidianidad por los que uno se desplaza no hubiera puertas o sólo existieran las que abren manos extrañas.

Así, la atmósfera de la novela es de una espesa transparencia cuyos reflejos resultan inquietantes, agresivos, quizá porque la protagonista mira, reflexiona, y su voz nos dice que en las encrucijadas de tránsito incontrolable también se vuelve necesario, pese al vértigo y el miedo, elegir el siguiente itinerario. ‘Pánico o peligro’ es, asimismo, una colorida película de los años en que nuestra sociedad presintió la utopía en la vida y sus costumbres, en las palabras y sus significados.

La mujer que buceó dentro del corazón del mundo (Sabina Berman, 2010)

Cuando Isabelle despertó en su hamaca, en las costas del mar de Mazatlán, una niña salvaje, de pelo engreñado, la miraba. Una niña que, gracias al cariño y al tesón de Isabelle, aprenderá a hablar y a leer y a escribir; estudiará Zoología en la universidad, aunque ahí suspenderá la mayor parte de los cursos, y llegará a ser la empresaria más grande de la pesca de atún del planeta, así como uno de los seres vivos más raros.

Negada para ciertos aspectos intelectuales, en otros campos un auténtico genio, Karen Nieto, dispuesta a preservar la vida de los océanos, bucea entre los atunes del mar y entre los humanos de la tierra provocando sonrisas y perplejidades. Tal vez sea ésta su más extraña virtud: es incapaz de usar metáforas o eufemismos para disfrazar la realidad. Auténtica y sorprendente, Karen parece destinada a quedarse mucho tiempo con nosotros.

Felipe Ángeles (Elena Garro, 1967)

Felipe Ángeles es una obra teatral de la narradora, periodista, poeta y dramaturga Elena Garro (1920-1998). En esta obra, de carácter histórico-documental, se recrea con aguda conciencia política un suceso de la Revolución mexicana poco abordado por la literatura: el juicio militar del general villista Felipe Ángeles, en donde éste y Carranza son antagonistas. La pieza hace el recorrido desde la llegada del prisionero a la ciudad de Chihuahua hasta la última noche que pasa en una celda improvisada del Teatro de los Héroes antes de su fusilamiento, una vez declarado traidor a la Revolución por el Consejo de Guerra.

Este hecho histórico le permite a Elena Garro explorar en el texto dramático las posibilidades de abordar diferentes niveles de significación en la palabra y en la escena. La revista Coatl, de la ciudad de Guadalajara, publica Felipe Ángeles por primera vez en 1967 y la Universidad Nacional Autónoma de México realiza otra publicación en 1979 gracias al montaje que el director Hugo Galarza presentó en el Teatro de Ciudad Universitaria el 3 de octubre de 1978. Al año siguiente este montaje inauguró el festival Sitges de Barcelona.

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La obra, dividida en tres actos y desarrollada en 24 horas, interpreta el hecho histórico con un Felipe Ángeles que se opone al poder del caudillo y a todo tipo de poder diciendo: «Un revolucionario que llega al poder es una contradicción… y asesinar a los revolucionarios en nombre de la Revolución es consecuencia de esa misma contradicción».

Los ochenta son nuestros (Ana Diosdado, 1988)

«Los ochenta son nuestros» es la historia de un crimen. Puede que de dos, y quizá de miles. Es también una historia de amor. De algún amor en particular, y de muchos otros, en sus muy diversas facetas, la amistad, la lealtad, el enamoramiento, la pasión, los celos… Es una historia entre adolescentes, es decir, entre seres humanos en su estado más vibrante y vulnerable, aunque quizá también el más fuerte. Se trata de adolescentes de ahora mismo —de aquí y de ahora—, con todos los cables de lo cotidiano uniéndolos a sus circunstancias, su país, su tiempo, su clase social, su entorno, pero también con todo un potencial vivo de libertad para abarcar el espacio, el tiempo y la Historia en busca de una nueva identidad, y probablemente una nueva forma de vivir.

La resolución del crimen, la intriga que envuelve esta anécdota de una Nochevieja un poco especial, no son más que el cañamazo en que van bordándose los trazos de un posible camino nuevo para la joven humanidad que nos rodea.