Que los hombres disfrutan más la pornografía que las mujeres es un mito. Este ha sido un estereotipo desgastado que ha reforzado la ciencia a lo largo del tiempo, reporta el New York Times Magazine.
Este precepto ha sido desmentido por un artículo de la revista PNAS, donde se publicó un artículo en el que se comprueba que los cerebros femeninos y masculinos tienen las mismas reacciones frente al consumo de imágenes pornográficas.
El estudio consistió en 61 casos que cumplían diferentes criterios; mujeres y hombres de diferentes orientaciones sexuales que calificaron imágenes eróticas. Después, los participantes fueron colocados frente a un escáner fM.RI, que detecta los cambios en el flujo sanguíneo asociados con la actividad neuronal, encontraron que la forma en que respondía el cerebro de los participantes era similar.
En otras palabras, cuando los hombres y las mujeres veían imágenes pornográficas, la forma en que respondían sus cerebros, en conjunto, era en gran medida la misma. Este estudio tuvo un hallazgo que causó controversia: "los sustratos neuronales de la excitación sexual no dependen del sexo".
The New York Times Magazine señala: La ciencia del sexo es inherentemente paradójica. Durante siglos, el estigma social, los prejuicios y la misoginia se han condenado como placeres sexuales aberrantes que ahora sabemos que son saludables.
La pregunta de los investigadores es si los cerebros de las mujeres y hombres responden de manera similar a los estímulos sexuales ¿qué explica las diferencias aparentes en la forma en que abordan las prácticas sexuales?
Para responder a esto, habría que considerar los pensamientos y sentimientos que se tienen respecto al sexo, y las acciones que se toman frente a ellos. Lo que se encuentra es que la cultura ha hecho sentir avergonzadas a las mujeres de aceptar que disfrutan de ver imágenes pornográficas.
Un estudio anterior, del Centro Médico de la Universidad de Groninga en los Países Bajos, mostraron que existían otros patrones para estimular la actividad cerebral, para desear sexo, gustar (o tener sexo) e incluso inhibirlo.
Melissa Farmer, profesora asistente de investigación en el departamento de fisiología de la Universidad Northwestern, señala que "el deseo puede ser cualquier cosa, desde que ves a alguien, como actúas y te acercas. Son muchos pasos”. La neuroimagen tiene el potencial de delinear esos pasos de manera más precisa y objetiva.
En 2015, investigadores dirigidos por Daphna Joel en la Universidad de Tel Aviv publicaron un artículo analizaron más de 1,400 resonancias magnéticas de cerebros masculinos y femeninos y concluyeron que en la mayoría de los cerebros, ciertas regiones podrían ser más "masculinas" mientras que otras son más "femeninas", creando un "mosaico" de género único que desafía cualquiera de las clasificaciones.
Finalmente, el investigador Georgiadis señala que “en el cerebro, el sexo está en todas partes”. Por lo que habría que reconocer sus interacciones con otros procesos mentales para dejar de hacer una definición menos binaria.
Mujeres ven más porno en smartphones
Un estudio del sitio Pornohub señaló que las mujeres también ven pornografía, y son propensas a hacerlo en sus smartphones. Ellas representan el 26% de las visitas totales, pero lo interesante es la estadística en móviles, que representan el 71% de las entradas.
Ellas optan cada vez más por dispositivos portátiles, un 79% de féminas eligen su celular para ver porno comparado con un 69% de hombres.