María, de 19 años, trabajadora de una fábrica, desplazada en Honduras. Fue herida y perdió una pierna durante el asesinato de una compañera. Los feminicidios en el norte de América Central empujan el desplazamiento y migración de miles de mujeres cada año.
En El Salvador, Guatemala y Honduras se registran altos números de femincidios, es una de las princiales causas que empujan a migrar a las mujeres de América Central, de acuerdo con un reporte de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
“Es inaceptable que la violencia de género siga expulsando a las mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ de sus hogares, y que siga siendo uno de los principales riesgos a los que se enfrentan durante su desplazamiento”, apuntó la jurista australiana Gillian Triggs, alta comisionada adjunta de Acnur para la protección.
Las autoridades de esas naciones de origen o tránsito de las personas desplazadas y migrantes “deben garantizar su acceso al asilo y a la protección, así como ampliar las medidas de prevención y respuesta”, dijo Triggs.
El nuevo llamado de Acnur se inscribe en la campaña de activismo iniciada el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y que culmina este 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
FEMINICIDIO EN CENTROAMÉRICA
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) indicó que en 2019 y 2020 hubo en Honduras 295 y 227 feminicidios, respectivamente, es decir, 6,1 y 4,7 por cada 100 000 de sus mujeres.
En el Salvador las cifras fueron 113 y 73 feminicidios en esos dos años (3,3 y 2,1 por 100 000 mujeres), y en Guatemala se registraron 139 y 119 (tasas de 1,6 y 1,3 de esos crímenes). Otros países de la región con tasas elevadas son República Dominicana, Bolivia, Brasil y México.
Triggs también comentó que, además de los feminicidios, los abusos continúan durante el desplazamiento de mujeres y niñas, y la situación se ha visto agravada por la pandemia covid-19 que “sigue siendo uno de los principales riesgos a los que se enfrentan durante su desplazamiento”.
“Es inaceptable que la violencia de género siga expulsando a las mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ de sus hogares, y que siga siendo uno de los principales riesgos a los que se enfrentan durante su desplazamiento”: Gillian Triggs.
HONDURAS
Un estudio reciente en Honduras mostró que la violencia contra las mujeres era un factor determinante en el desplazamiento, sobre todo para quienes tenían liderazgo y relaciones con miembros de las pandillas o de las fuerzas de seguridad.
Además, en Honduras se reportaron 373 asesinatos violentos de personas LGBTIQ+ desde 2009.
La situación se volvió crítica durante los confinamientos relacionados con la pandemia, que aumentaron los incidentes y los riesgos. Al levantarse las restricciones fronterizas a la circulación en los últimos meses, las mujeres y las niñas siguieron entre las personas forzadas a huir de sus hogares.
Acnur ha llamado la atención sobre la actividad de las pandillas criminales en el llamado Triángulo Norte de América central, pues esos grupos “suelen atacar y forzar, a mujeres y niñas, a la esclavitud sexual”.
Los delincuentes “también utilizan la agresión sexual -o la amenaza de ella- como arma para obligar a los miembros de la familia a realizar actividades ilícitas”, o pueden ser víctimas de bandas rivales, e incluso pueden ser asesinadas como parte de los ritos de iniciación de las pandillas.
Las personas LGBTIQ+, especialmente las mujeres transgénero, también son especialmente vulnerables a la extorsión, la explotación y la persecución.
SALVADOR
En El Salvador, la organización no gubernamental Comcavis Trans informó que dos tercios de las personas LGBTIQ+ a las que han asistido este año huían de pandillas criminales, y las amenazas de muerte constituyen el principal motivo para huir.
Incluso cuando huyen en busca de seguridad, muchas mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ son vulnerables a la trata, las agresiones y las violaciones, sobre todo cuando recurren a las redes de tratantes o cruzan las fronteras por puntos informales.
“Las medidas de prevención son cruciales para ayudar a empoderar a mujeres, niñas y personas LGBTIQ+, así como para garantizar sus derechos e impulsar su autosuficiencia. Al mismo tiempo, quienes logran sobrevivir a los abusos deben estar en el centro de todas las respuestas”, insistió Triggs
Acnur se ha sumado a los pedidos para que las autoridades de los países concernidos adopten medidas más eficaces, innovadoras e inmediatas para proteger los derechos de mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ que se desplazan en la región.