Juan se ha quedado solo en casa. Le escribe un mensaje a su ama o domme, Sonia, para comunicarle que está a su disposición. Han pasado apenas unos minutos y le comienza a dar ansiedad. Desesperado le escribe de nuevo. “Ama, por favor… “. Sigue sin responderle. Pasan alrededor de 10 minutos y le implora. Su ama, espera, ya es una experta del findom.

“Necesito obedecer”, le ruega.

Juan busca que su ama le arruine su vida financiera, esto es un fetiche para él. Se le ha denominado findom, acrónico de dominación financiera. Una parafina sexual en la que no hay sexo. La excitación está en sentirse dominado, en la autodestrucción. El sumiso entrega todo lo que le pida su ama.

“Se lo suplico Ama, sin piedad. Usted es lo mejor que me ha podido pasar”.
 

La parafilia fandom suele darse en hombres, que buscan sentir placer a cambio de que alguien domine sus finanzas. 

Otro caso es el de una pareja que se conoció por Tinder, hicieron match. Él buscaba a una mujer a quien pudiera entregarle todas su tarjetas bancarias y contraseñas. Que ella pudiera tener acceso a su cuentas y que se encargara de manejaras.

Esta filia es parecida al BDSM, un término que abarca prácticas como el bondage, la disciplina, dominación, sadismo y masoquismo.

En lugar de sentir dolor físico, éste se sufre a través de la billetera.

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Ser ama o una domme

Mujeres que se dedican al findom han equipado sus casas con el dinero que les dan sus sumisos. Esta práctica que inició en Estados Unidos, ha llegado a España, sus practicantes consideran que se está extendiendo.

 En entrevista con el diario El Español, una de ellas dice que para ser fandom se necesita saber, no cualquiera puede serlo. “Es algo muy serio y requiere mucha psicología. No todo el mundo vale para ser ''findom'' aunque parezca fácil”, recalca.

En esta práctica, no hay contacto físico. “A mí ni siquiera me ven la cara. Nunca les voy a enseñar el culo. Se limitan a pagarme mis caprichos para obtener un poco de mi atención”, resume Sonia.

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Placer por sentirse humillado

Existen hombres que les excita quedarse en bancarrota por algún tiempo. “Tuve un sumiso hace algún tiempo que se quedó muy, muy jodido un mes. Lo pasó a base de galletas y macarrones blancos. A muchos, lo que les excita es llegar a esos extremos”, narra Sonia.

El perfil de los hombres que practican esta filia son hombres casados y con hijos, tienen un trabajo muy demandante, y buscan que alguien más tome el control de su vida financiera.

Un hombre sumiso, Steve, dice al The Independet que “findom es simplemente otra forma de escapismo para las personas que luchan con la vida cotidiana en esta extraña sociedad moderna obsesionada con el dinero”.

“El factor de excitación proviene de la idea de que el domme invade el espacio personal que son sus finanzas", dice Steve a The Independent . “La gente mide su autoestima con su dinero.”

Lo excitante para ellos es cuando el sumiso entrega su dinero a una dome, “ellas son usadas como una herramienta que proporciona una subidón químico que proviene de alimentar su adición al comportamiento autodestructivo”, dice Steve al diario inglés.

Riesgos del fandom

 El sexólogo Raúl Padilla dijo a El Español que estos hombres no tienen un trastorno si no una desviación, opera como el BDSM, aunque no haya contacto físico, también ha dolor. “Uno de los grandes dolores humanos es el económico”.

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Las Amas son algo inalcanzable para ellos, por ello buscan mujeres jóvenes. Algunos de los riesgos, además de la humillación, es una financiera, adicción, pérdida de propiedad, aumento de los niveles de deuda, ansiedad, daño psicológico y físico (principalmente a través de tareas de auto-tortura, según Steve).

También el impacto en las relaciones personales de la vida real.

A pesar de lo señalado, Steve cree que esta práctica se está volviendo más común y las domes, cada vez hacen esfuerzos extraños para atraer al atención de los hombres sumisos.

Con información de El Español y The Independent