“Últimamente no he tenido ganas de tener sexo porque no lo disfruto y he preferido fingir orgasmos o poner cualquier pretexto para no tener sexo”, comparte una chica en un grupo de Facebook.
En el mismo post, comparte una imagen donde hace una reflexión sobre el fingir un dolor para no tener sexo para que no se enoje, habla de la cultura de la violación.
Tener que inventarte un dolor fuerte para decirle a tu novio que no te quieres acostar con él y que no se enfade, es el claro ejemplo de la cultura de la violación. Esa en la que estás obligada a cumplir con sus deseos tanto si te gusta como si no.
— Vivas (@SoniaVivasRive3) September 7, 2020
En el post de @SoniaVivesRive, quien se describe como activista y formadora de derechos humanos, las respuestas son polarizadas.
Lee: Las 7 principales razones por las que mujeres fingimos un orgasmo
Uno de los usuarios de Twitter le cuestiona a Sonia que con qué tipo de gente se rodea. Otra de las cuenta, al parecer de una mujer narra que se le ocurrió decir a su pareja que no quería tener relaciones y terminó maltratándola.
¿Cómo decir “no”?
En un principio, el decir “no” no debe ser causa de maltrato o indiferencia, en caso de que pase deberíamos replantearnos la relación.
Creemos que vivir en pareja es una condicionante para tener sexo cada vez que uno quiera, no es así. Sexólogos han señalado que la convivencia, el cansancio, el estrés, las preocupaciones laborales o familiares nos afectan, tanto para no querer tener relaciones sexuales.
Lee: ¿El vaginismo deriva del sistema patriarcal?
Lo recomendable es expresar cómo te sientes y decirle a tu pareja que no es el mejor momento.
La cuenta psicología.sexualidad señala que algunos de los errores de comunicación en pareja son no expresar la opinión, asumir que cuanta más comunicación mejor, adivinar o suponer los pensamientos del otro y esperar a que te lean la mente.
En caso de que no te guste la forma en qué lo hacen, una opción podría cambiar al rutina. Sobre todo, el principal acuerdo en no presionar ni contraatacar. El que no quieran tener sexo no está relacionado con el físico o la falta de amor, sino con otros aspectos que ni siquiera nosotros llegamos a identificar.
Para identificar qué nos pasa, una recomendación es hacer un ejercicio de auto observación y algunas de las preguntas con las que podemos empezar. ¿qué está pasando en ti?, ¿qué sientes o qué te está incomodando?, son