La discusión alrededor del término “sororidad” es amplia, y en tiempos donde odiar a otras mujeres ya no es bien visto, la sororidad juega un papel importante como motor de la organización feminista.
De acuerdo con Margarita Mantilla, socióloga feminista con maestría en estudios de género por la Univesridad Autónoma Metropolitana (UAM), etimológicamente la sororidad se refiere a la hermandad entre mujeres, pero también se refiere a las relaciones afectivas y los lazos entre mujeres. Citando a la antropóloga feminista Marcela Lagarde, Mantilla explicó que, principalmente, la sororidad es un pacto político entre mujeres.
“Cuando hablamos de lo político en el feminismo no es como en el patriarcado, no es algo partidista o de que queremos el poder. En el feminismo lo político es lo que vamos a emplear para cambiar la realidad social que hoy en día sigue siendo altamente asimétrica y desigual”, dijo la socióloga durante el Facebook Live semanal de La Cadera de Eva.
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Para Margarita Mantilla, también creadora del espacio de formación política Tallecitas Feministas, retomar las genealogías del feminismo es fundamental para entender las diversas conceptualizaciones que se han realizado dentro de la teoría y la práctica feminista:
“Pienso que estamos en un momento muy coyuntural del feminismo donde muchas veces no se profundiza, y entonces no conceptualizamos bien, pero si no conceptualizamos bien ¿cómo vamos a accionar?”, se cuestionó la socióloga.
De acuerdo con Margarita, la sororidad no solo es el amor entre mujeres, también implica un cuestionamiento constante, como parte de una ética feminista, que debe siempre apelar a un pensamiento crítico: “el pensamiento feminista es crítico, dinámico y fluido”, enfatizó.
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¿Cuáles son los límites de la sororidad?
La sororidad no implica aguantar malos tratos de otras mujeres o encubrir sus acciones violentas, Margarita Mantilla señaló que el principal límite de la sororidad se ubica en las acciones patriarcales reproducidas por otras mujeres. Por ello, señaló la importancia de no romantizar el término, ni banalizarlo.
“El límite es ese, yo tengo que conceptualizar bien a través de la herramienta que nos ofrecen las gafas violetas sobre la sororidad y no debes confundirla ni banalizarla”, enfatizó.
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Asimismo, señaló la importancia de contemplar el autocuidado dentro de nuestras acciones de lucha feministas y eso también implica poner límites con aquellas mujeres que puedan dañarnos o dañar a otras.
“Poner límites es autocuidado”, dijo Margarita, “la sororidad nos va a llevar al autocuidado, a la empatía y a la reciprocidad”, señaló.
¿Existe la sororidad selectiva?
Recientemente el término “sororidad selectiva” se ha utilizado en redes sociales, pero para Margarita Mantilla la sororidad no implica una imposibilidad de señalar las acciones violentas de otras mujeres, todo acorde a una crítica constructiva y no destructiva. “No es lo mismo ser criticona a ser crítica”, dijo.
“No dejamos de ser sororas por hacer una crítica a una mujer que además lastimó a otra”, explicó Mantilla refiriéndose al caso de la youtuber Yosstop, quien fue denunciada por posesión de pornografía infantil.
Además, para Margarita, la sororidad selectiva puede ser algo muy problemático, porque desde su punto de vista, la sororidad selectiva solo abona a continuar con la competencia entre mujeres, difundiendo el pensamiento de que algunas mujeres pueden ser más sororas que otras.