¿Alguna vez te haz preguntando cómo ser una persona segura y sin miedos? ¿Qué es aquello que te detiene a seguir? ¿Por qué nunca es suficiente para nosotras? ¿Te ha pasado? ¡No estás sola!

A estos sentimientos se les ha denominado como “el síndrome de la impostora”, sobre ello hablan Élisabeth Cadoche, periodista, y Anne de Montarlot, psicoterapeuta en su libro que lleva el mismo nombre que este mal.

El síndrome de la impostora viene de la falta de confianza en ti misma, algunas veces, de acuerdo con Jessamy Hibberd podemos crecer con una personalidad insegura que puede modificarse con la confianza en sí mismo. Sin embargo, hay elementos culturales y sociales que despiertan este síndrome.

Lee: ¿Cómo tener confianza en ti misma y enfrentar a tu impostora?

¿CÓMO SABER SI TENGO ESTE SÍNDROME?

Las mujeres cercanas a las autoras no sabían que tenían este síndrome, pero sí tenían los mismos síntomas como depresión, ansiedad, dudas y esto porque buscaban cumplir con el modelo de “ser la mujer perfecta”.

En entrevista con La Cadera de Eva las autoras señalan que el síndrome de la impostora sí es un tema de género, aunque el 70% de las personas llegan a tener este síndrome , son las mujeres quienes lo presentan más, con una cifra del 66% y los hombres en un 56%.

via GIPHY

¿CÓMO COMBATIR EL SÍNDROME DE LA IMPOSTORA?

Élisabeth Cadoche recomienda que el siguiente paso para combatir el síndrome de la impostora es dar pequeños pasos o “baby steps” como los nombro ella, no podemos decir por por eso.

“Hay una frase en inglés que dice “fake it until you to make it”, haz como que ya lo lograste hasta que sea una realidad”, apunta Élisabeth Cadoche.

Lee: ¿Por qué nos cuesta ser las heroínas de nuestra historias?

“Creo que es importante estar presente en ti,  darte de cuenta en cómo te hables, no trates de ser la niña buena y tampoco sobre pienses las cosas, no hagas el ‘overthinking’”, aconseja Anne de Montarlot.

via GIPHY

¿CÓMO SE LIGA EL FEMINISMO CON ESTE LIBRO?

Las autoras del libro El síndrome de la impostora  coinciden en que a partir del movimiento MeToo se comenzaron a hablar de temas íntimos que nos permitieron darnos cuenta que eran problemas universales, hablar de temas que nos conciernen a todas como la competencia, intelectualidad, maternidad, entre otros temas, nos permitió darnos cuenta que no estábamos solas.

Lee: ”Hay que atrevernos a levantar la mano y decir que queremos esa oportunidad"