Cuando se habla sobre la Santa Inquisición en la historia de México se habla específicamente sobre los severos castigos que se aplicaban a aquellas personas que no seguían los mandatos de la iglesia católica, pero ¿alguna vez te has preguntado cuál fue el papel de las mujeres durante este periodo histórico?

La Doctoranda Nora Ricalde de la Universidad Anáhuac habló sobre el lugar de las mujeres durante el período Inquisitorial de la Nueva España. Se presentó en una conferencia organizada por el Museo de la Mujer con la exposición “Mujeres e Inquisición en la Fundación de la Nueva España: Juicios Inquisitoriales”. 

De acuerdo con la experta, lo legal estaba fuertemente relacionado con la persecución de la herejía. El Manual de inquisidores de  1963 publicado en España entre 1503 o 1503, fue adaptado a la realidad de la Nueva España y usado para juzgar a las personas. 

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De acuerdo con los textos correspondientes, la herejía, se tipificaba como delito. Según Los manuales, la herejía es todo aquel que dice o hace cosas contrarias a la fe estipulada por la iglesia. Se trataba  de hechiceros y adivinos, personas que hacían sacrificios, quienes trataban con otros herejes o quienes los protegían, quienes no eran fieles al rey, quienes no acudían a la iglesia a cumplir los sagrados sacramentos, quienes leían los libros prohibidos, etcétera. “Prácticamente se decía que había signo de herejía cuando había acción o palabra que no estuviera de acuerdo a la fe católica”, dijo Nora Ricalde. 

Mujeres en la inquisición: el sexo débil

Las mujeres eran juzgadas de forma diferente a los hombres debido a lo que el derecho canónico y el derecho civil de la época pensaba sobre la condición femenina. Cabe resaltar que las y los indígenas no eran juzgados por la Inquisición debido a que se creía que su condición de inferioridad les impedía entender la fe católica por completo, y por lo tanto, seguir los mandatos religiosos. 

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De acuerdo con Nora Ricalde, el derecho canónico y el derecho civil fueron de esencial importancia en la cultura de la Nueva España:

“El derecho canónico, a diferencia del civil de la época, establecía igual castigo por igual delito en cuestiones de género, porque consideraba la doctrina cristiana que hombre y mujeres son iguales en derechos y obligaciones”, explicó la experta.

Pero la ley eclesiástica del siglo XVI estaba influida definitivamente por la ley civil en un aspecto fundamental: considerar a las mujeres más débiles que los hombres:

“En este sentido, los tribunales de justicia eclesiástica aceptan o aceptaban como argumento válido la ignorancia femenina, la debilidad mental y la minoría de edad permanente de la mujer ante la ley”, señaló Ricalde.

“La ley civil va a influir en la aplicación de castigos y penas a la mujer al considerarla sexo débil. La concepción de la mujer, de la ignorancia femenina, la debilidad mental y la minoría de edad permanente se van a reflejar en el proceso inquisitorial”, agregó.

Imagen tomada de internet. 

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La concepción de inferioridad de las mujeres hacía que el esposo pudiera representarlas, y repercutió en la aplicación de penas menos severas a las mujeres, bajo el argumento de que por su debilidad mental se les podía excusar. 

Hechicería, la persecución de brujas en México

De acuerdo con la experta, el Archivo General de la Nación registra 325 casos de mujeres juzgadas por la inquisición de 1536 a 1599.  Las causantes eran diversas, pero la más popular fue la hechicería 33% de los casos eran por hechicería,  20% por bigamia, 15.4% por blasfemia, 9% por judializantes y 7% por herejía.

La brujería o hechicería, de acuerdo con la experta, implicaba la creencia de poder transformar al mundo, de cambiar el orden de los afectos y los acontecimientos o la conducta de una persona mediante el uso de rituales, procedimientos o técnicas que implican el manejo de lo sobrenatural. 

La iglesia consideraba que estas prácticas quebrantaba el libre albedrío y la voluntad, además pensaban que podía afectar la salud de quien era objeto de dichas prácticas. Para la iglesia la hechicería implicaba hacer pacto con fuerzas del mal e irrumpía en la fe católica

De acuerdo con la iglesia, las brujas actuaban en grupo, por lo que la iglesia buscó romper o impedir que se crearan lazos entre mujeres que lo practicaban y promovieron la aplicación de penas severas para las mujeres que lo practicaban.