Consol Oltra, quien es historiadora del arte, ha logrado recuperar distintas obras que fueron hechas en el siglo XIX por mujeres pintoras que, a pesar de ser burguesas, lograron romper el canon masculino que las obras de aquellos tiempos habían cargado por muchos años.
De acuerdo con Consol, las artistas de aquella época tenían prohibido estudiar el cuerpo y dibujar desnudos por el hecho de ser mujeres, pero lograron abrirse camino pintando todas las flores que existían a su alrededor. Gracias a esta recuperación de las obras, Consol logró exponer los resultados en la histórica sala Parés de Barcelona.
La historiadora afirma que las mujeres artistas que trajeron consigo la revolución floral tenían toda la intención de exponer en público sus obras, venderlas y dedicarse profesionalmente al arte, por lo que usaron sus privilegios burgueses para abrirse espacio dentro de las exposiciones protagonizadas por hombres
Aquellas primeras exposiciones femeninas fueron, según Consol, “la plataforma de salida y normalizó el hecho de que las mujeres pudieran exponer en público su trabajo y en colectivas junto con otros artistas hombres”. Pero el camino para lograr este reconocimiento en las primeras exposiciones de obras femeninas no fue fácil ya que mientras las obras de las artistas se encontraban expuestas, las críticas se centraban únicamente en los vestidos que llevaban y no en sus creaciones.
Flores para retar el sistema
La sociedad machista del siglo XIX dictaba que las mujeres no podían tener acceso a la educación y no fue hasta 1849 que las mujeres artistas pudieron inscribirse a ciertas escuelas de arte, pero sólo en la asignatura de Ornamentación Floral ya que aún estaba prohibido que las mujeres dibujaran desnudos y estudiaran el cuerpo humano, por lo que vaciaron su talento en pintar flores, afirma la historiadora del arte Consol Oltra.
Según Consol, las obras están hechas al óleo y se puede notar mucha influencia de Japón ya que estaba de moda en aquellos tiempos, así mismo, algunas de ellas tienen huellas del barroco.
Actualmente, las obras de artistas mujeres se conservan en salas de reserva, por lo que no son expuestas en los museos, lo que continúan invisibilizando a las mujeres dentro del arte y poniendo el foco sobre la mirada masculina. Por otra parte, Consol afirma que, en la historia del arte, han existido pintores famosos como Van Gogh o Monet que pintaron flores, pero ellos eran denominados como “especialistas en naturaleza muerta”, mientras que las mujeres sólo eran “pintoras de flores”, lo que es un claro acto de machismo en donde no se nombra ni se reconoce el trabajo de las mujeres artistas.
Ha sido difícil encontrar obras de estas pintoras, porque solo pasan a la posteridad las obras que tienen una buena firma, que la gente las guarda, pero en este caso los cuadros florales fueron denostados después del Modernismo y en muchos casos acabaron en trasteros y allí estropeados por la humedad, o en los rastros y mercadillos, afirma la historiadora del arte Consol Oltra.
Distintas mujeres artistas han recalcado en la importancia de nombrarse como lo que son; ya sean fotógrafas, escritoras, pintoras o académicas es necesario comenzar a reconocerse para así crear espacios donde las mujeres puedan compartir y reconocer sus trabajos.