En estudios recientes se ha demostrado que los beneficios laborales que las empresas prestan para beneficiar a sus empleados no están diseñados con una perspectiva de género, por lo que el bienestar de las mujeres se ha visto afectado durante su jornada laboral.
Luciana Psenda, directora de Marketing de Cuponstar, declaró que para tener un ambiente laboral que beneficie a las mujeres, no sólo se necesita darles una buena remuneración económica sino también se debe entender la agenda laboral que desarrollan las mujeres.
La empresa Cuponstar realizó una encuesta a 100 empresas Latinoamericanas para conocer cómo el trabajo remoto ha influido en la vida de las mujeres, el 60% piensa que este trabajo resulta más completo para las mujeres que para los hombres y el 50% considera que su vida familiar se ha visto afectada por esta forma de trabajo.
Así mismo, la encuesta reveló que el 85% de las empresas no han presentado propuestas donde los beneficios laborales sean exclusivos para las mujeres, por ello, el 50% de las mujeres que laboran desde casa o en modelos híbridos buscan, por lo menos, los siguientes beneficios:
Mayor flexibilidad
Licencias extendidas
Horarios y días flexibles
Mayor consideración a las mujeres que son madres
Un 33% de las mujeres prefiere los beneficios monetario
Nadie debería elegir entre formar una familia y ser una profesional exitosa.
Y los roles de género continúan…
Es así como Psenda dice que el trabajo remoto o home office continúa perpetuando una falta de equidad para las mujeres ya que, al estar dentro de casa, ellas también han tenido que ocuparse de las labores domésticas al mismo tiempo que buscan cumplir con sus responsabilidades laborales.
Según estudios de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pandemia por COVID-19 impactó negativamente en las condiciones laborales de las mujeres. Se calcula que en el 2020 la tasa de renuncia de mujeres aumentó drásticamente ya que ellas debieron atender las tareas del hogar.
De la misma manera, análisis feministas han declarado que, al estar dentro de sus hogares, las mujeres que trabajan están cargando con las responsabilidades de las tareas domésticas, los cuidados de crianza y la exigencia de trabajos que no son flexibles ante su situación. Así se demuestra que, aunque las empresas creen estrategias para mejorar la calidad de vida de sus empleados, estos continúan dejando fuera las necesidades específicas de las mujeres y mientras no se han planes con perspectiva de género, la brecha laboral parece estar lejos de cerrarse.
Información de IDC Online
APVB