En los últimos años han surgido montones de apps para relacionarnos entre nosotras, algunas para quienes buscan relaciones exclusivas, algunas de ligue o de relaciones casuales, algunas para crear enlaces de amistad o incluso de negocios. La variedad es amplia en cuanto a identidades y orientaciones, gustos y deseos. Y aunque éstas nos han permitido omitir algunas prácticas de “ligue” obsoletas, aún en esos espacios de interacción de cuelan los estereotipos y el machismo.
De acuerdo a un estudio realizado por la aplicación Bumble, menos de la mitad de las veinte mil personas encuestadas en nueve países -hombres y mujeres nacidas entre mediados de los años 90s y mitas de los 2000– creen que la equidad entre hombres y mujeres ha mejorado; aunque la mayoría, un 87% afirma que las relaciones equitativas son más satisfactorias sexualmente.
En entrevista con La Cadera de Eva, Samantha García, directora para Latinoamérica de la aplicación nos explica que el informe se centra en lo que llaman la “brecha de realidad”, entre lo que esperamos del mundo de las citas, las relaciones, el sexo y lo que en realidad experimentamos en nuestro día a día.
Machismo, estereotipos y violencia en el amor digital
La mayoría de las aplicaciones se basan en hacer “match” con alguien, a partir de un perfil y una o varias fotografías, y aunque algunas, como Bumble, buscan darle la vuelta a las dinámicas haciendo que sean las mujeres quienes elijan si inician o no el contacto, los estereotipos y tabús respecto a la libertad sexual y el deseo femenino, los roles de género y el machismo siguen presentes.
En este sentido, Samantha García señala que mientras poco menos de la mitad de las personas encuestadas considera que no importa si es el hombre o la mujer quien inicia una conversación con alguien que le atrae, únicamente el 19% opina que en una app deberían ser las mujeres quienes den el primer paso. Incluso, un 53% considera que las relaciones funcionan mejor cuando son los hombres quienes llevan la iniciativa.
De acuerdo a informes en Reino Unido, más de la mitad de las mujeres que usan aplicaciones de citas han recibido fotografías explícitas no solicitadas y un estudio de la agencia OpinionMatters resalta el temor de las usuarias de las apps ante la posibilidad de que sus fotografías sean compartidas o usadas como pornovenganza.
Heteronorma y las reglas del juego
A pesar de que existen apps específicas para la comunidad LGTBIQ+ y la mayoría permite elegir qué orientaciones e identidades nos interesan, las aplicaciones digitales no son impermeables al sistema que premia la heteronormatividad y las formas tradicionales de relacionarse sexo-afectivamente. El reporte publicado por Bumble únicamente considera las dinámicas relacionales entre hombres y mujeres. La heteronorma, concepto desarrollado por autoras como Adrienne Rich, Monique Wittig, Gayle Rubin u Ochy Curiel, hace referencia a las normas, creencias, valores, prácticas y mecanismos que nos normalizar la experiencia y expresión heterosexual como lo correcto y el modelo “único” en las relaciones afectivas. La idea de que los hombres y mujeres son esencialmente complementarios y deben cumplir ciertos ritos y roles para encajar en ese modelo de hombre masculino heterosexual y mujer femenina heterosexual.
Desde Bumble, García opina que uno de los momentos que puede ser muy tóxica o incluso violenta la interacción es cuando hay un rechazo, por lo que trastocar la manera en que se inician las conversaciones y los contactos permite liberar a los hombres de la presión de los roles de género de ser quienes den el primer paso o sean agresivos en su acercamiento. Resalta que en México, el 78% de las mujeres se sienten inseguras en espacios públicos por lo que las aplicaciones permiten empezar a conocer a alguien, conversar, incluso hacer videollamadas antes de reunirse; esto busca darle más control y seguridad a las mujeres.
De acuerdo a una encuesta realizada por The Competitive Intelligence Unit aproximadamente el 18% de los y las mexicanas que utilizaron estas plataformas lo hicieron para encontrar amigos; sin embargo, cerca del 40% dijo que su objetivo era encontrar pareja. Sin duda, los años de pandemia impulsaron de manera muy importante esta forma de relacionarse, que ahora, es una de las principales entre la generación Z.