En la primera entrega de informes de María Belausteguigoitia, directora del Cieg, dijo que desde el centro se busca caminar hacia uan academia activista donde estén todes “les investigadores”.

En el informe también participó Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades de la UNAM.quien también hizo un llamado al diálogo y a la crítica, haciendo a un lado la arrogancia.

El primer informe anual de labores de María Belausteguigoitia,  al frente del CIEG UNAM se da después del foro “Aclaraciones necesarias sobre las categorías Sexo y Género” del CEIICH UNAM el cual fue polémico ya que lo señalaron de transfóbico.

“Estamos en un momento histórico revolucionario (en el Cieg), hay pensamiento, hay reflexión y teoría. Esperamos que siendo el faro que nos conduzca a todos los puertos, que nos conduzca como dijo Martha sin soberbias, con apertura podamos fluir y en ese sentido creo que es más fácil fluir en el mar del cual venimos, en le medio líquido acuático del cual provenimos todas y todos, y en las tierras inhóspitas nos hacen caernos nos impiden caminar y fluir de mejora maneras”, dijo Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades.

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EN QUÉ HA AVANZDO EL CIEG

A un año de María Belausteguigoitia, coordinadora del Cieg, reportó los altos niveles de incidencia  que tuvo el centro en diversos aspectos. Algunos de los logros a celebrar fue la inauguración de una colaboración simultánea en inglés y español con la Open Gender Journal de la Universidad Libre de Berlín.

Así como una diversidad de proyectos, como “Haciendo realidad el derecho a decidir” junto con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y la gestión y diseño del Currículum educativo en cárceles que intente repensa la educación penitenciara desde una perspectiva de género.

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El año pasado, el Cieg se distinguió por el foro "GRRRR Género, ritmo, rabia, rima y ruido" donde se buscó trabajar la rabia, y se ha generado “La Escuela de la rabia" que busca promover espacios de diálogo, colaboraciones con escritoras, artistas, activistas, fotógrafas, estudiantes, académicas, para potenciar el trabajo activista, con una visión de la no violencia y paz.

Entre otros avances, se nutrido la Biblioteca Rosario Castellanos con 10 mil 900 títulos de libros y 175 títulos de revistas.