Una madre enfrenta cargos legales por lesiones leves en contra de la maestra de su hijo ya que ella lo llamó “burro” en el salón de clases, pero esta no fue la primera vez que la profesora agredía al niño.

De acuerdo con la versión oficial, la profesora había golpeado con una regla en la cabeza al niño en reiteradas ocasiones y se negó a hablar de lo sucedido con la madre por lo que ella acudió al plantel para encarar a la maestra, quien la enfrentó con insultos, esto hizo que las mujeres terminaran peleando.

La mujer fue consignada a la comisaría de la Unidad Fiscal de Instrucción, con el apoyo de la policía bonaerense, quienes llegaron al plantel en el momento justo en el que la madre golpeaba a la profesora.

La maestra de 38 años de edad perteneciente a la escuela Remedios de Escalada, ubicada en Lanús, Argentina, tuvo que ser atendida por médicos. A raíz de este incidente, otros padres y madres de familia denunciaron que sus hijas e hijos también habían sufrido agresiones por parte de la profesora.

Las agresiones por parte de la profesora van desde golpes constantes en la cabeza y manos, hasta frecuentes insultos sobre su capacidad e inteligencia, un padre de familia señaló que le empujaba la cabeza a su hija contra la butaca y otro testimonio más la acusa de amenazar a las alumnas de la clase con calificarlas mal si dicen algo sobre las agresiones a sus padres u a los directivos del plantel, por lo que se inició una investigación en su contra para aplicar las sanciones correctas a la responsable.

Violencia en el aula

La violencia en la escuela es perpetrada por alumnos, docentes y otros miembros del personal docentes. No obstante, los datos disponibles demuestran que la violencia perpetrada por los compañeros es la más corriente, afirma la UNESCO.

Según encuestas internacionales que recopilan datos sobre la violencia en la escuela, la UNESCO reconoce las siguientes formas de violencia en el entorno escolar:

  • La violencia física, es decir, toda forma de agresión física perpetrada por los compañeros, los docentes o miembros del personal escolar con la intención de herir.

  • La violencia psicológica que se manifiesta mediante agresiones verbales o emocionales, en la que figuran todas las formas de exclusión, rechazo, insultos, propagación de rumores, mentiras, injurias, burlas, humillaciones, amenazas o castigos psicológicos.

  • La violencia sexual, que incluye la intimidación con carácter sexual, el acoso sexual, los toqueteos no deseados, la coerción sexual y la violación perpetrada por un docente, un miembro del personal escolar o un compañero de clases.

  • El acoso, mediante el que se define más bien un modo de comportamiento que incidentes aislados, y que puede definirse como un comportamiento intencional y agresivo que tiene lugar de manera repetida contra una víctima. Puede manifestarse de diferentes formas:

  1. Acoso físico, incluidos puñetazos, patadas y destrucción de bienes;

  2. Acoso psicológico, como burlas, insultos y amenazas; o en las relaciones, mediante la propagación de rumores y la exclusión del grupo; y

  3. Acoso sexual, como el hecho de burlarse de la víctima mediante bromas, comentarios o gestos de carácter sexual, algo que puede interpretarse como acoso sexual en determinados países.

  • El ciberacoso es una forma de intimidación psicológica o sexual que tiene lugar en línea. Incluye la publicación o el envío de mensajes electrónicos, incluidos textos, fotos o vídeos, con el objetivo de acosar, amenazar o atacar a otra persona por conducto de diferentes redes sociales. El ciberacoso consiste fundamentalmente en propagar rumores, difundir informaciones falsas o mensajes hirientes, fotos o comentarios embarazosos o también excluir a alguien de las redes sociales u otros medios de comunicación.

¿Cómo frenar la violencia en las aulas?

Los datos disponibles demuestran que las respuestas eficaces ante la violencia y el acoso escolar deben ser globales y disponer de una combinación de políticas e intervenciones. Esta respuesta global a la violencia y al acoso escolar se llama frecuentemente “enfoque global de la educación”. A partir de un examen profundo de los marcos conceptuales que se describen en este enfoque global, la UNESCO ha identificado nueve elementos esenciales de una respuesta que más allá de la escuela y que pudiera describirse mejor como un enfoque global a escala del sistema educativo o de la educación:

  • Un liderazgo político fuerte y un marco jurídico y político sólido para combatir la violencia y el acoso escolar;

  • Una formación de los docentes en materia de violencia y acoso escolar, pero también en materia de gestión positiva de las aulas;

  • Planes de estudio, un aprendizaje y una enseñanza que generen un ambiente escolar más amistoso (opuesto a la violencia y al acoso escolar), así como las competencias sociales y emocionales de los alumnos;

  • Un entorno seguro en las escuelas y en las aulas, tanto en lo psicológico como en lo físico;

  • Mecanismos de alerta destinados a las víctimas de la violencia o el acoso escolar, así como servicios de apoyo y de orientación;

  • Implicación de todas las partes interesadas, incluidos los padres;

  • Empoderamiento y participación de los alumnos;

  • Colaboración y alianzas entre el sector educativo y una amplia gama de asociados (otros sectores gubernamentales, ONG, universidades);

  • Datos fehacientes: seguimiento de la violencia y el acoso escolar y evaluación de las respuestas.

APVB