A través de redes sociales, comenzaron los rumores que involucraban a Dua Lipa en la ceremonia de inauguración del Mundial de Qatar 2022, pero las especulaciones no crecieron demasiado debido a que hace algunos días, la cantante desmintió el asunto afirmando que jamás ha estado en negociaciones para ningún show dentro del evento y ni siquiera tiene previsto asistir a los partidos.

Estaré animando a Inglaterra desde lejos y espero visitar Qatar cuando haya cumplido con todas las promesas de derechos humanos que hizo al ganar el derecho a albergar la Copa del Mundo, afirmó en su Instagram.

El posicionamiento de Dua Lipa deja en evidencia que, a pesar de las reformas gubernamentales que estaban previstas implementarse en el periodo previo al Mundial, las mujeres y las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ siguen sufriendo discriminación.

El machismo en Qatar

El 25% de la población en Qatar son mujeres que aún están invisibilizadas por el machismo ya que deben tener permisos y tutelas otorgados por los hombres, esto en las distintas etapas de su vida. A pesar de que muchas de ellas se encuentran trabajando, asistiendo a la universidad y paseando sin estar cubiertas de pies a cabeza, los derechos que tienen aún no cubren con las condiciones dignas para vivir siendo mujeres y es evidente la superioridad que tienen los hombres en el país.

Según un informe de Human Rights Watch, en el que se analizan las normas y prácticas oficiales de tutela masculina, las mujeres en Qatar están obligadas a tener que pedir diferentes permisos a su tutor para poder salir del país, casarse (los hombres pueden casarse hasta con cuatro mujeres) o trabajar en algunos puestos específicos. El sexo fuera del matrimonio es ilegal, por lo que quedarse embarazada estando soltera puede llegar a suponer penas de cárcel, en cambio, la violencia de género no está tipificada en el código penal.

Estas reglas tan denigrantes para las mujeres han tenido un gran impacto en la salud mental de la población femenina ya que la tasa de intentos de suicidio ha aumentado, así como los trastornos de depresión y ansiedad.

Las contradicciones

En Qatar, las leyes parecen estar hechas de contradicciones ya que las mujeres cuentan con un alto nivel educativo y el 51% de ellas está trabajando. Se les permite participar activamente en los negocios, pero se enfrentan a diferentes presiones para mantener los roles de género tradicionales. También participan en política, aunque su presencia en los altos cargos públicos es limitada.

La desprotección aumenta en el caso de que una mujer denuncie una violación. Aunque legalmente los maridos tienen prohibido dañar física o moralmente a sus esposas, no se tipifica como delito la violencia doméstica ni la violación conyugal, tampoco existe ninguna ley que las proteja ante posibles agresiones del marido o el tutor.

Así mismo, las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ son discriminadas y, de acuerdo con Amnistía Internacional, la construcción de los recintos deportivos para el próximo mundial estuvo llena de explotación laboral y faltas graves a los derechos humanos.

Machismo disfrazado

A pesar de que los gobernantes de Qatar sostienen que su sociedad está cimentada en la igualdad entre hombres y mujeres, distintos organismos internacionales enfocados en los derechos humanos afirman que el sistema de tutela masculina es un claro acto de discriminación y misoginia en contra de las mujeres ya que siempre debe haber un hombre para decidir y permitir por ellas.

Las mujeres están ligadas toda su vida a un hombre normalmente suelen ser su padre o un hermano, abuelo o tío o, en el caso de estar casadas, su marido; son sus tutores quienes toman decisiones importantes en la vida de ellas como casarse, estudiar en el extranjero con becas públicas, trabajar en puestos del Gobierno o viajar al extranjero.

APVB