La tasa de natalidad en Japón se ha vuelto uno de los temas más importante en la agenda pública del Estado y es que, este 2023 se registró el menor número de nacimientos desde 1899, año en el que se hizo el primer censo poblacional, ahora, se teme que este fenómeno amenace la funcionalidad del país.
Fumio Kishida, primer ministro de Japón advirtió desde principios de año que era vitalicio que la tasa de natalidad aumentara, pues de no cumplirlo, esto representaría un gran problema que alteraría en todo nivel la manera en que funciona la sociedad.
Para dimensionar la tasa tan baja de natalidad, en Japón se registró un total de 800 mil nacimientos en 2021, mientras que en otros países como México se contabilizaron, ese mismo año, un total de 1 millón 912 mil 178 nacimientos.
Asimismo, Japón ostenta el título como el país con la mayor tasa de mujeres de 50 años sin hijos, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Al darse a conocer esta noticia, las mujeres salieron inmediatamente a pronunciarse en redes sociales para reivindicar esta etiqueta y hacerle saber al Estado que esa era su decisión bajo el hasghtag "sin hijos de por vida".
Gobierno decidiendo, mujeres resistiendo
Una de las lecturas más importantes en este fenómeno de baja natalidad, es que, por un lado, se tiene al Estado persuadiendo a las mujeres para tener hijos y tomando decisiones sobre los cuerpos gestantes, y en contraparte, en una sociedad profundamente patriarcal, la voz de las mujeres es fuertemente silenciada y su representación política es casi nula. En entrevista para France 24, una mujer identificada como Ayako comparte lo siguiente.
"No dudo en expresarme en internet, pero cuando debo de hablar en la vida real me siento apartada, tengo la impresión de que en Japón las mujeres son muy criticadas cuando expresan sus opiniones", indica.
En el gabinete de Kishida Fumio, el 98% de los de los ministros y parlamentarios de las cámaras son hombres, por lo que un debate institucional en paridad de género dista mucho de ser una realidad en Japón, por ello, ante una representación mínima que dé voz a las mujeres que han decidido no ser madres, el internet y la compañía de otras mujeres que resisten se han vuelto un refugio para ellas.
A través de foros, páginas y chats, las mujeres se conectan para compartir sus experiencias, temores y opininones, asimismo, acompañan y envían palabras de fuerza a otras mujeres que están siendo persuadidas para convertirse en madres en contra de su voluntad. La escritora Tomoko Okada señala para la agencia AFP que sentía vergüenza de no ser madre, sin embargo, coincidir con otras mujeres en línea la impulsó a mantenerse firme en su decisi{on.
"Antes pensaba que tener hijos era lo normal, me apunté en páginas para encontrar pareja pero fue en vano (...) me sentí culpable cuando mi padre me pidió un nieto, finalmente, descubrí debates (en línea) más empáticos de otras mujeres que explicaban por qué no quisieron ser madres", explica.
Desde la compañía y la escucha, la escritora comprendió que no tener hijos es también un modo de vida aceptable y respetable.
"No acusen a las mujeres de la baja tasa de natalidad", se leyó en los foros japoneses luego del anuncio del primer ministro que condenaba que pronto la funcionalidad del país sería insostenible.
Entretanto, el gobierno de Kishida impulsa a través de retribuciones económicas a las mujeres para tener hasta tres hijos, sin embargo, las acciones no han sido bien recibidas por la ciudadanía que rechaza las políticas públicas del Estado..
De acuerdo al medio japonés, nippon, las mujeres dedican hasta cuatro veces más a las tareas de cuidado y trabajo no remunerado del hogar, además, de que existe una división tradicional de roles de género que las mujeres ya no están dispuestas a aceptar.
"Hay diferentes opciones de vida, todas son válidas y las mujeres no son culpables de la baja tasa de natalidad (...) la división tradicional de los roles es la causa principal del problema" (Ayako, para agencia AFP)
Encontrar una respuesta al porqué las mujeres han decidido no ser madres parece imposible, pues existe un crisol de experiencias y decisiones individuales, sin embargo, los expertos apuntan a que la rígida estructura familiar, el machismo y la economía, son pilares fundamentales para entender la decisión tan firme y la resistencia indoblegable de las mujeres japonesas.