El papel de las mujeres en la independencia ha sido invisibilizado a lo largo de la historia; sin embargo, cumplieron un rol importante durante esta época. Algunas mujeres brindaron ayuda económica, otras sirvieron de correo, enfermeras, fueron administradoras al frente de la guerra, espías, otras lucharon en el frente de guerra y tomaron las armas. 

Aquellas mujeres que tomaron las armas y que estuvieron en contra del ejército realista y a favor del movimiento independentista han sido olvidadas por la historia; no obstante, la doctora Celia del Palacio Montiel destacó algunos nombres, sin olvidar mencionar que muchas más murieron en combate. 

La primera mujer se llamó María Josefa Martínez, fue la viuda del jefe insurgente Manuel Motiel, y comandó las tropas vestida de hombre en la zona de Orizaba. María Josefa también llegó a cobrar tributo para la causa insurgente y se dice que se vestía de mujer para averiguar el movimiento de las tropas realistas cuando era necesario. 

Otra mujer que luchó en la lucha independentista fue Antonia Nava, mejor conocida como La Generala, quien peleó con machetes y garrotes junto a los hombres. Durante la lucha se ofreció como sacrificio para que todos los soldados comieran, sin embargo, ninguno desertó, compartió la historiadora. 

Las mujeres en el campo de guerra no fueron las únicas invisibilizadas, también se han escuchado los nombres de Juana Feliciana y Juana,  dos mujeres fusiladas por sospecha de preparar tortillas envenenadas para los realistas. 

La conspiración en contra de la corona española fue de diferentes maneras, mujeres de diferentes clases sociales también fueron seductoras con el fin de convencer y ganar adeptos a la causa, explicó la historiadora. 

Por ejemplo, Carmen Camacho se acercó a los soldados realistas de poblaciones menores, a quienes convencía de desertar y convertirse a la causa insurgente. Muchos cayeron, pues también prometió tierras y caballos, hasta que fue denunciada por un soldado y condenada a la horca, con un letrero en el pecho que decía: “Adicta a la insurgencia”. 

Por último, te contamos de Luisa Martínez, mujer que peleó junto a su marido en Erongaricuaro, fue informante y correo de los insurgentes ayudó con alimentos y recursos hasta que fue fusilada junto a los hombres de su tropa. 

Con información de Red de Historiadoras Feministas de Chiapas 

asl