La popularidad de OnlyFans sigue en aumento, pues cada vez existen más perfiles de usuarios de todo el mundo donde venden contenido erótico. Y, gracias a que los creadores de contenido reciben una paga a través de las visitas a su cuenta, se ha convertido en un estilo de vida.
Tal es el caso de Faith Lianne, una joven de 19 años que decidió hacer de esta plataforma su principal línea de trabajo, a pesar de que sus papás no están de acuerdo. En la plataforma los creadores de contenido obtienen ingresos a partir de los usuarios que pagan por ver fotos y videos exclusivos, principalmente de contenido “para adultos”
“Only Fans es un doble discurso, es una manipulación masiva de niñas y de adolescentes para prostituirse en internet, avalado y arraigado en la cosificación y en la mentira de que vas a ganar dinero[...]¿por qué tendrías que ganar dinero vendiendo tu cuerpo?” declara Olimpia Coral Melo, activista feminista contra la violencia digital.
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¿Historia de empoderamiento?
Gracias a su gran alcance y éxito en sus plataformas, Faith Lianne comenzó a tener una gran cantidad de ingresos, de tal manera que no solo tuvo la oportunidad de comprarse accesorios y ropa de marcas reconocidas mundialmente, sino que adquirió su propia casa.
Lo cierto es que el fenómeno Only Fans ha causado polémica entre quienes defienden la libertad de hacer, deshacer y lucrar con sus cuerpos; ante quienes sentencian una nueva forma de “explotación” de la sexualidad de las mujeres. Para las feministas abolicionistas se trata de un “falso empoderamiento” donde las mujeres se ven envueltas en la idea patriarcal de que ellas son quienes deciden vender su cuerpo para el consumo masculino.
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Organizaciones como la Asamblea Abolicionista de Madrid y activistas feministas han señalado al fenómeno como una nueva forma de “explotación sexual”, cuya existencia se basa en “imágenes patriarcales que sexualizan los cuerpos de las mujeres”.
“En lo que crecemos, un mensaje se nos imprime en el cuerpo y en la mente: toda nuestra valía posible, la máxima realización a la que podemos aspirar en tanto mujeres es a ser ‘sexys’, ‘cogibles’, ‘atractivas’. Ésa es la única llave para el éxito social (y ahora, también, económico) que nos ofrece el patriarcado del espectáculo a mujeres y niñas”, señala la Asamblea Abolicionista.
Las reflexiones entorno al tema no sólo son respecto a la plataforma Only Fans, sino a aquellas que han existido en sitios de pornografía desde hace años, así como al tema de la prostitución.
“Cuando tú pagas por sexo, pagas para que te llamen cliente y no violador porque si esas mujeres quisieran tener sexo contigo entonces no tendrías que pagarles. Eres un violador, pero tú quieres que todo se tape con que esa mujer ‘es prostituta’ o que ‘ellas quieren’. No, las mujeres no somos hoyos para ser penetrados”, señala Olimpia Coral en diversas entrevistas.
Mujeres con libre decisión
Faith Lianne es una joven de 19 años a la que le cambió la vida desde que sus padres la corrieron de su casa porque, dijeron, tomó la “decisión” de llevar un estilo de vida fuera de la universidad y trabajar como creadora de contenido en la plataforma Only Fans.
“En estos días, ser un graduado parece tan sombrío, sin garantías de que obtendrás un trabajo exitoso”, declaró la joven a través de una entrevista dada a una agencia de medios británica.
La razón por la que la joven Faith decidió dejar la universidad fue porque estaba consciente de no venir de una familia con dinero y no querer comenzar su vida adulta con deudas por préstamos estudiantiles. Según sus declaraciones, dichos argumentos no fueron aceptables para sus papás, por lo que le dieron un ultimátum: “seguir estudiando o no vivir bajo su techo''''.
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En torno a esta historia que cada vez es más común entre las mujeres jóvenes, surge la pregunta sobre por qué una mujer gana más dinero vendiendo fotografías o videos de su cuerpo, en lugar de poder vivir de una profesión donde no se le cosifique, donde no se sienta como un objeto de consumo masculino.
“Siguen existiendo hombres que consumen nuestros cuerpos como si fuéramos objetos, como si no valiéramos nada […]¿por qué las mujeres quieren vender su cuerpo?” declara Olimpia Coral Melo.
Agrega que, en un mundo donde las mujeres ganamos 43 por ciento menos que los hombres, en mismas condiciones de trabajo, vender contenido para adultos en plataformas digitales, se ha vuelto una opción para muchas mujeres por el aumento de sus ingresos.
“Nada que beneficie a la cultura porno es empoderante”, sentencia Olimpia Coral Melo.