La vestimenta de la Secretaria de Economía (SE), Tatiana Clouthier, durante su gira a Washington D.C. fue criticada por el periodista Joaquín López Dóriga. “Que Tatiana Clothier se arregla y que se va a Washington”, publicó en su cuenta de Twitter junto con una fotografía. 

Las redes sociales estallaron de comentarios, algunos internautas señalaron a López Dóriga de misógino y chayotero. “Tipo nefasto que hoy no encontró que criticar y se fue con eso el muy mezquino”, escribió María Elena Sequeyro. No obstante, otros usuarios concordaron con el comunicador y señalaron a Clouthier de “fodonga” e incapaz de vestirse “a la altura” de su puesto político. 


Horas más tarde, López Dóriga pidió una disculpa pública a la servidora pública en sus redes sociales reconociendo que se equivocó y que había cometido un error. “Hay veces que uno la caga. Esta fue una de esas veces”, publicó. 

DEBATE POLÍTICO 

Como lo señalaron usuarios de redes sociales, criticar la vestimenta de la mujer y servidora pública sólo refleja a una sociedad machista y misógina que no se involucra en el debate político ni le da importancia al objetivo de la reunión con Gina Raimondo, secretaría de Comercio estadounidense.  

Donde se discutieron los temas del tomate, el azúcar, la estacionalidad, la cadena de suministros y el relanzamiento del DEAN al igual que la Alianza del Pacífico para darle la bienvenida a Singapur. Sin embargo, parece que algunos líderes de opinión fomentan discusiones superficiales y violencias “sutiles” hacia las mujeres. Lo importante es no normalizar esta clase de comentarios. 

Hace algunos meses en España ocurrió una polémica similar cuando, José Tomé, Presidente Socialista de la Diputación de Lugo, criticó a la diputada Elena Candida por su “su aspecto de leopardo” refiriéndose a una prenda de ropa. Mujeres en la política española mostraron su postura y rechazo al comentario vistiendo prendas de leopardo y señalando el inicio de una violencia política. 

Tatiana Clouthier no ha respondido ante la polémica, sin embargo, no es la primera vez que la funcionaria es foco de burlas y críticas. El pasado abril fue atacada por su pronunciación en inglés durante un discurso sobre el sector energético en México. Los cibernautas resaltaron que una figura política como ella no podía cometer tales errores y cuestionaron su licenciatura en Lengua Inglesa por parte del Tecnológico de Monterrey. Esto también resulta problemático porque la crítica a una “mala pronunciación” es una idea colonial donde se cree que el que un mexicano no debe tener acento latino al hablar. 

asl