En el libro “Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo”, Chimamanda Ngozi Adichie le responde a una amiga que le había pedido consejo para educar a una hija feminista. La escritora nigeriana, famosa por la TED Talk sobre los peligros de una historia única que niegue la diversidad, enlista ideas sobre crianza, estereotipos y hasta recetas. Es un libro precioso que escribió antes de ser mamá.

Quizá tú que me estás concediendo el favor de tu lectura tampoco seas madre, padre o responsable de crianza. Si lo eres, probablemente en la elección para guiar a tu hija, sobrina o nieta no se encuentre el feminismo. Perfecto, eso es parte de la diversidad. Pero hoy quiero recuperar unas líneas extraídas de ese libro, a propósito del Día del Niño y de la Niña, ante una realidad de riesgos apremiante en nuestro país y muchos otros del mundo.

“Enseñamos a las niñas a gustar, a ser buenas, a ser falsas. Y no enseñamos lo mismo a los niños. Es peligroso. Muchos depredadores sexuales se han aprovechado de este hecho”, escribe Adichie desde un país en donde, de acuerdo a UNICEF, hay 4.2 millones de menores secuestrados por Book Haram: niñas en esclavitud sexual o como esposas de guerrilleros y, desde luego, sin acceso a la educación; si llegan a ser liberadas, sufren el desprecio vitalicio de su comunidad.

A muchos kilómetros de ahí, en nuestro México, también hay deudas y pendientes. Desapariciones, violación y feminicidios son algunos de los riesgos que enfrentan nuestras niñas, todas aquellas menores de 17 años de acuerdo con el criterio establecido por la ONU. Explico tres con más detalle para dimensionar el tamaño del desafío que tenemos como sociedad y gobierno.

1,  Desapariciones

Mientras buscaban a Debanhi, encontraron a otras cinco mujeres; cuatro de ellas eran menores de edad y todavía faltan 33 por ser localizadas, según cifras del gobierno de Nuevo León. En el país suman mil 400 menores desaparecidas entre enero de 2021 y marzo de 2022, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. Otra forma de “desaparecer” es el feminicidio emocional que sufren las niñas en comunidades indígenas de Oaxaca o Guerrero al ser vendidas para casarse.

2. Violación. En México, como en muchos países de América Latina, los perpetradores son parte de la familia o conocidos que abusan de las niñas en donde deberían estar más seguras, su propia casa. Es indispensable hablar de que 8 de cada 10 violaciones a menores en el país suceden en el hogar y el 90% de las víctimas son niñas, de acuerdo con el Consejo Ciudadano de la CDMX.

3. Feminicidios

Entre enero de 2019 y marzo de 2022 se han registrado 349 feminicidios de víctimas de 0 a 17 años, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; Estado de México, Veracruz y Nuevo León ocupan el penoso top 3 en este delito, el más atroz en la escala de violencias de género reconocidas por la Ley.

“Porque eres una niña nunca es una razón para nada. Nunca”, escribe Adichie y yo creo que tenemos que grabarnos esa frase como mantra más allá de la ideológica elección del feminismo —o no— para las niñas que tenemos cerca. Yo no soy mamá, pero sí tengo una sobrina de 7 años a quien quiero como si fuera mi hija y cada que leo sobre un caso más de violencia de género siento miedo por ella. Necesitamos que nuestras niñas puedan pedir un taxi, salir de fiesta, descubrir el amor y la libertad; eso no va a pasar mientras su sexo sea razón para cualquier maltrato, desigualdad o dolor.

Enseñémosles a ser amables consigo mismas a través de la conciencia corporal para prevenir que duden de gritar si alguien abusa de ellas, de reportar si sufren maltrato o de mostrar su enojo cuando alguien les falta al respeto. Digámosles fuerte y claro que no tienen la obligación de agradar a nadie. Eso, y la exigencia de frenar la impunidad, es el mejor regalo este 30 de abril.

Bio

La autora es Maestra en Desarrollo Humano, integrante de la Generación 2022 del Programa de Liderazgo de Mujeres en la Universidad de Oxford y fundadora de Ola Violeta A.C., desde donde trabaja por el derecho a la conciencia corporal de niñas y mujeres. Su buzón de twitter está disponible en @MaElenaEsparza