La moda siempre ha sido un medio de expresión y comunicación cultural, y en los movimientos sociales no es diferente. Sin embargo, a menudo se pasa por alto el papel que la moda puede desempeñar en la promoción de la igualdad de género y la lucha contra la opresión patriarcal.

La moda es un elemento importante en la historia de la humanidad, desde la antigüedad hasta la actualidad. Ha sido una forma de expresión cultural y social, y ha reflejado los cambios políticos y económicos de las sociedades. Pero no solo es parte de la historia, sino que además, es usada como una herramienta para las mujeres que buscan la emancipación del sistema patriarcal.

Desde el sufragismo hasta el movimiento #MeToo, la moda ha sido una herramienta importante para las mujeres que buscan ser vistas, escuchadas y valoradas como iguales y aunque no siempre trae consigo una deconstrucción profunda, la realidad es que los movimientos sociales sí han tenido una gran influencia sobre los cambios estéticos y la moda en general.

Históricamente, la moda ha sido una forma de diferenciación social. Durante la Edad Media, la moda era una forma de mostrar la riqueza y el estatus social, y se usaba para demostrar la pertenencia a un grupo social, afirma Regina Victoria Ramírez Amador, diseñadora de vestuario, en entrevista para La Cadera de Eva; así mismo, expresa que durante esa época la moda estaba dirigida a los hombres ya que su vestimenta estaba caracterizada por telas ostentosas y decorados de alta calidad.

Fue a partir de la revolución industrial que esto dio un giro y los hombres pasaron a un punto en el que necesitaban salir a trabajar, por lo que comenzaron a usar prendas más austeras y resistentes, explica la diseñadora de vestuario, entonces su riqueza comenzó a verse reflejada en sus esposas, dado que las sociedades le dieron más importancia a los vestidos que ellas portaban, las telas con las que estaban fabricados, e incluso, si tenían la posibilidad de cambiarse todos los días. Esto comenzó a marcar una distinción entre las clases sociales.

Así mismo, Regina Victoria Ramírez Amador explica que “antes estaba muy mal visto que una mujer mostrara los tobillos porque eso significaba que no tenía dinero; debido a la suciedad que existía en las calles cuando una mujer pasaba y ensuciaba la cauda de su vestido, -entonces- representaba que tenía dinero porque no le importaba ensuciar su vestido, lo podía desechar y comprar más, pero quienes no tenían ese poder adquisitivo debían levantar las caudas de sus vestidos dejando ver sus tobillos y esto era mal visto porque era una forma de decirle al mundo (sin decir una palabra) que no tenías dinero para comprarte más ropa”.

En la era moderna, la moda ha evolucionado para convertirse en una industria global, industria que, según explica la diseñadora de vestuario, se convirtió en algo inmediato que, lejos de cambiar y evolucionar de acuerdo a las épocas históricas, se encuentra en constante movimiento en donde cada temporada del año se crean nuevas prendas y tendencias que tienen una vida sumamente corta.

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La moda como un símbolo de lucha

Está claro que la moda ha formado parte importante de la historia de la humanidad, de acuerdo con la diseñadora de vestuario Regina Victoria Ramírez Amador, el contexto social que se vive se ve reflejado en la industria de la moda, lo que trae consigo la representación externa de cualquier sociedad; es así como la moda también se ve involucrada en dentro de las diversas luchas sociales que han ocurrido a lo largo de la historia.

Dependiendo de la etapa en la que nos fijemos, podemos ver lo que se estaba viviendo en la sociedad en la que se desarrolló la persona, afirmó la diseñadora de vestuario Regina Victoria Ramírez Amador.

La moda es una forma de expresión que va más allá de la simple elección de ropa y accesorios, puede ser una forma de expresar identidad, pertenencia a un grupo, valores personales y culturales, y también puede reflejar los cambios sociales y políticos de una época. Por otra parte, los movimientos sociales a menudo se han manifestado a través de la moda, como un medio para expresar sus valores y objetivos.

Debido a esto, la moda se convierte en una forma de activismo porque la ropa en sí es una forma de expresarse y puede tener distintos significados en donde el enfoque puede ir desde un activismo social como lo es el feminismo, hasta llegar a lucrar justamente con esos ideales.

De acuerdo con la diseñadora Regina  Ramírez, la moda es una forma importante de expresión que puede reflejar los cambios sociales y políticos de una época. A menudo, los movimientos sociales han utilizado la moda como un medio para expresar sus valores y objetivos, lo que la convierte en una herramienta importante para la reflexión sobre la cultura y la sociedad.

Moda y feminismo: otra forma de accionar

Según la historiadora de moda, Valerie Steele, las mujeres han utilizado la moda como una forma de desafiar los roles de género tradicionales y luchar contra el patriarcado. Por ejemplo, en el siglo XIX, las sufragistas británicas adoptaron un atuendo más "masculino", que incluía pantalones y chaquetas, como una forma de desafiar los roles de género y reivindicar su derecho a la igualdad política.

Por otra parte, en la década de 1920, las mujeres adoptaron un atuendo más liberado y se deshicieron de los corsés y los vestidos voluminosos, lo que les permitió una mayor libertad de movimiento y expresión, las mujeres que usaron estas prendas para rebelarse fueron apodadas flappers.

A principios del siglo XX, Coco Chanel revolucionó la moda femenina al liberar a las mujeres de los corsés y los vestidos voluminosos, para así dejar de lado las prendas ajustadas e incómodas. Por otra parte, en la década de 1960, la moda se convirtió en un medio de expresión para los movimientos por los derechos civiles y la liberación sexual.

Los hippies, por su parte, adoptaron una estética bohemia, que incluía ropa de colores brillantes, pantalones acampanados y faldas largas, como una forma de desafiar la norma y promover la libertad individual. La moda también se convirtió en una herramienta para el feminismo de la segunda ola, con diseñadoras como Mary Quant y Betsey Johnson creando ropa que celebraba la sexualidad femenina y desafiaba las normas de género tradicionales, afirma la historiadora.

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En la actualidad, la moda sigue siendo una herramienta importante para los movimientos feministas y la lucha contra la opresión patriarcal. Un ejemplo de ello fue en 2018 ya que, durante la Semana de la Moda de Nueva York, Christian Siriano presentó una colección que incluía modelos de talla grande y mujeres trans, como una forma de desafiar los estándares de belleza tradicionales y promover la inclusión.

Por otra parte, la moda también ha sido utilizada como una forma de protesta en los movimientos #MeToo y Time's Up, con mujeres en la industria del entretenimiento y en todo el mundo vistiendo de negro en las entregas de premios como los Globos de Oro y los Bafta como una forma de solidarizarse con las víctimas de acoso y abuso sexual.

Es así como la moda se convirtió en una forma de expresión y diferenciación social a lo largo de la historia. Las mujeres la han utilizado como una manera de luchar contra el patriarcado y promover la igualdad al desafiar los roles de género y celebrar la individualidad.