El cine mexicano y el terror no son realmente uno mismo, si bien existen exponentes importantes en este género, la realidad es que se han ido quedando en el rezago… Hasta que apareció Michelle Garza Cervera, quien con su película “Huesera” ha venido a transformar todo lo que sabíamos del cine de terror en México.
Una película que es como una imagen maravillosa y profunda, ¿alguna vez te preguntaste cómo sería la vida de una bruja en la Ciudad de México? Y es que, el cine nos ha mostrado el terror en lugares aislados y poco conocidos, sin embargo, la situación no termina sólo en los saberes místicos, ya que tiene apariciones, horror corporal y una fuerte reivindicación de la maternidad que se sostiene en una premisa interesante: ¿quién está creciendo dentro de mí?, ¿realmente yo decidí tenerlo o qué me orilló a decidirlo?
Recientemente, este género ligado a la maternidad se ha explotado en el terror, convirtiéndose en el canon la película de Ari Aster “Hereditary”, sin embargo, “Huesera” va más allá de estos límites y se ha catalogado como una de las películas de terror más increíbles y mejor logradas de la historia del cine mexicano.
“Es una locura todo lo que hace Michelle, las tomas dan una sensación de portales, ángulos inusuales, es una barbaridad lo increíble que se logra este filme”, comparte la cuenta especializada en cine “Peli de la Semana”.
¿De qué trata Huesera?: Ser o no ser… Madre
Valeria (Natalia Solián) es una mujer carpintera que anhela cumplir su más grande sueño: ser madre. En este camino de lucha por concebir, se enfrenta a un cúmulo de situaciones y violencias sociales, por un lado, su suegra que, con insistencia, la cuestiona y, por otro, el prejuicio que la encasilla a sentirse incompleta por no poder embarazarse.
Inminentemente, Valeria conseguirá su deseo y, con felicidad, comenzará a tomar algunas decisiones sobre su vida y cómo vivirá el embarazo ideal, sin embargo, una serie de eventos caóticos convertirán su embarazo en una pesadilla absoluta llena de visitas de espectros cadavéricos y pensamientos intrusivos que la harán cuestionarse si su vida es un producto de su imaginación.
En entrevista para La Razón, Michelle Garza Cervera comparte que no hay género en el cine que cuestione a la sociedad como el terror.
“El horror te permite poner una lupa y ver lo que aparentemente, ante la sociedad es normal, es un género acertado para inspeccionar un personaje como el que propone Huesera”, explica la directora.
Asimismo, señala que en el proceso creativo notó cómo existen muchos vacíos de apoyo emocional para las mujeres que atraviesan embarazos o que están en un dilema para decidir si serán madres o no. Todos estos cuestionamientos sobre qué se desea en la vida y qué no, es un proceso muy difícil al que las mujeres se enfrentan solas y, precisamente este hallazgo convirtió a “Huesera” en una película muy significativa para Michelle Garza Cervera.
“No encontramos espacios para hablar, nos da miedo, nos asusta ser juzgadas o ser vistas como malas mujeres, cuando en realidad, es humano sentir esas emociones de miedo. Me di cuenta que todas esas preocupaciones y cómo, no hay espacios para hablar de ello”, acotó la cineasta mexicana para La Razón.
Acompañamiento y la relación femenina con la naturaleza
Si el espectro terrorífico no hace esta película lo suficientemente maravillosa, vale la pena echar ojo a otro de los temas que aborda “Huesera”: la amistad y la naturaleza.
Viviendo un proceso doloroso, sintiéndose acechada por un ser paranormal y sin tener amigas suficientes para sostenerse, decide acercarse a unas curanderas que no sólo le serán guía, sino también, la harán redescubrir lo poderosa que es la unión de la mujer con la naturaleza.
En los bajos mundos del esoterismo, la magia y los saberes ancestrales, Valeria se reencontrará consigo misma para resistir no sólo a aquel ser espantoso que la mira cuando duerme, sino también, para romper con las violencias sistémicas de un marido que se ha desentendido de su embarazo, los preceptos forzosos de sobrellevar la maternidad y rebelarse.
Finalmente, queda apoyar el cine nacional y consultar la cartelera más cercana para ser testigos, de primera mano, de una de las obras primas más grandes y escabrosas de nuestro país, ¿quién dijo que las mujeres no sabían hacer terror?