En 2018, la marca Mujer Piñata causó controversia en Perú. Un negocio que difundió el siguiente slogan: “Deja de golpear a una mujer real y golpea a una muñeca”, y prometía una “solución” para que “el impulso violento de los hombres” se canalizara. ¿Fue una empresa real o un proyecto social?, se cuestionó la periodista Nora Muñiz de Plumas Atómicas.  

Los pedidos más comunes para la piñatería eran ex novias, esposas, hijas, madres y compañeras de trabajo ya que podían crear a la mujer que el cliente escogiera únicamente con una foto “de buena calidad”, explicaban en sus redes sociales. 

Foto: Sin Embargo

Sin embargo, Muñiz señaló que esta idea de negocio perpetúa la violencia física y simbólica a partir de “soluciones falsas” e reversibles. ¿Qué mujer se sentiría cómoda con una piñata inspirada en ella con el fin de ser aniquilada? 

ORIGEN DE LAS PIÑATAS 

Existen dos teorías respecto al origen de las piñatas; algunos lo remontan en la antigua China durante los viajes de Marco Polo, y dicen que fue él quien llevó la tradición a Italia, después pasó a España y después a México durante la conquista. Otros historiadores lo adjudican a la cultura maya, pues dicen tenían un juego que consistía en colgar una olla de barro llena de cacao con una cuerda y tratar de romperla.

Sin importar cuál es su origen, lo que sí es un hecho es que la piñata adquirió un sentido religioso. La estrella de siete picos representaba los siete pecados capitales; el palo, la fuerza con la que se vence al mal, se destruye la falsedad y el engaño; y el interior la  recompensa por haber roto el pecado. 

Las piñatas hechas con papel maché, muchos colores y rellenas con fruta, dulces y regalos se convirtieron en una tradición en los festejos de nuestro país: posadas, bautizos, primeras comuniones y sobre todo cumpleaños, donde destacan las figuras de acción, superhéroes, princesas y personajes de caricaturas. 

En México, la piñatería Ramírez, ubicada en Tamaulipas, se ha caracterizado por tener productos controversiales. Vendieron la piñata de Gabriel Soto, de La Reinota, de feministas con pañuelos violetas y verdes, y ahora, la de Andra, alias compañere. Situaciones que han provocado señalar a este negocio por promover la violencia de género más de una vez por parte de internautas.

Asimismo, se han expresado constantemente por parte de usuarios la preocupación porque esta tradición de golpear al personaje favorito, políticos o mujeres podría ser una apología de la violencia y afectar de forma emocional a los niños. 

Sin embargo, Piñateros expresaron que sus productos son una herramienta saludable para liberar estrés entre niños y adultos. “Golpear la figura saca la agresividad, ¡sobre todo cuando golpeas a un político”, dijeron para la periodista Diane Selkirk de la BBC.

Con información de Sin Embargo y BBC

asl