Desde 1960 la marca chocolatera de M&Ms se ha posicionado en el mercado como uno de los dulces favoritos del público, pero además de la fama global del producto, se han colocado en la mente colectiva de todas las personas a través de las icónicas lunetas que son sello distintivo de la marca, sin embargo, en el último año una serie de polémicas se desatarían originando la eliminación absoluta de estos personajes

Los medios masivos de comunicación se llenarían de los comerciales de la luneta roja, que en compañía de la azul, sobrevivían para no ser comidos. En algunas ocasiones, se hacía presente la luneta color verde con largas pestañas y tacones altos, sin embargo, de la mano de las propietarias del grupo Mars Wrigley, se decidió dar un giro diferente a estos personajes con el objetivo de acercar al público a la inclusión, eliminar discursos de género y acercar a la paridad de género.

Se añadió como personaje a Purple, una luneta que sostenía la bandera LGBTTI+ y paralelamente, también se incluyó a una luneta café que representaba al segundo personaje femenino de la marca, además, se realizó un ligero cambio en la luneta verde, quitando sus clásicas zapatillas de tacón por unos tenis blancos. 

Las hermanas Mars, señalaron que este último cambió se hizo porque querían dejar de perpetuar estereotipos de género donde la luneta verde, se mostraba en tacones y con maquillaje, por lo que la decisión de mostrarlos a todos con los mismos atuendos y eliminar el delineado y labios gruesos de esta figura, era un acto necesario donde todas las lunetas fueran vistas como lo que son: lunetas que tienen como único interés aventuras chispeantes y cómicas. 

Es así, que estos cambios de zapatos en personajes levantaría el revuelo y molestia entre millones de adultos que, en redes, comenzaron a generar una campaña en contra M&Ms por haber “politizado” a las lunetas

Asimismo, en el Pride Month (Mes del Orgullo), M&Ms lanzó una campaña que incluía únicamente lunetas moradas, verdes y café, sin embargo, el acto fue señalado por la sociedad estadounidense quienes se negaron a consumir el producto por "fomentar la política del colectivo LGBTTI+" en unos chocolates.

El boicot, los memes y los constantes mensajes de odio desembocaron en una decisión tajante por parte del grupo Mars, quienes informaron, que de ahora en más, se eliminarían a todos los personajes de la marca y se sustituirían por la actriz Maya Rudolph, que hará sketches pequeños comiendo las famosas lunetas. 

En un sentido, incluso irónico, la marca publicó un comunicado en el que, a manera de disculpa, señalaron que jamás pensaron en que el cambio de zapatos de unos dulces rompería el internet. 

“En el último año hicimos algunos cambios en nuestros amados dulces y definitivamente, no pensamos que pudieran romper la internet, pero ahora, entendemos que los zapatos de unos dulces pueden ser polarizantes”, compartió M&Ms.

Consecuentemente, también se informó a los consumidores que el objetivo de estas golosinas era fomentar el amor, el respeto y la tolerancia, sin embargo, si los personajes generaban tanto odio entre las personas, no tenía mayor caso su existencia. 

Claves para entender porqué la eliminación de estos personajes M&Ms responde a la intolerancia

La UNESCO define a la inclusión, como un acto que repercute de manera positiva, al representar la diversidad de las personas y las diferencias individuales, además, de que enriquece a las sociedades al visibilizar sexos, etnias, razas, orientaciones sexuales, edades, aspectos y creencias. 

El objeto principal que generó el revuelo sobre los personajes de M&Ms fue la supuesta "inclusión forzada" y su politización, sin embargo, el mero hecho de combinar ambas palabras cae en la redundancia e incongruencia; la inclusión forzada no existe, pero sí la inclusión necesaria. 

En sociedades tan diversas, es imperante que todas las personas sean representadas con dignidad, terminar con los estereotipos negativos de género y encaminarnos a la tolerancia y el respeto.

El poder mediático que poseen las marcas es magnánimo, llegan a millones de personas y son también, responsables de la realidad que concebimos, son transformadores y capaces de vizibilizar a sectores que históricamente han sido rezagados, de aquí deviene la importancia de estas acciones y también, deja sobre la mesa que los discursos de intolerancia abundan. Al conservadurismo no le molesta una luneta de chocolate, le molesta ver personajes diversos. 

“Reivindicar la industria no está mal. Habrá quien diga que es innecesario, que destruye los clásicos y de que su infancia es atacada; sin embargo, es más importante mejorar el futuro de las infancias representadas que preservar el recuerdo de un pasado sesgado. Hay que aceptarlo: las cosas están cambiando y está bien”,  Larousse Magazine.