El 2 de febrero es el día de la Candelaria en México, una festividad religiosa considerada de las más importantes del país. Aunque el ícono son los tamales, su origen y significado se encuentra estrechamente enlazado con las mujeres y la concepción.
La Candelaria también es conocida como la Fiesta del encuentro de la Virgen de la Candelaria (Patrona de Canarias). Se trata de una fecha celebrada entre la comunidad católica que representa la presentación de Jesús en el templo y la purificación de la Virgen después del parto.
Aunque es una celebración de herencia española, en América Latina, y especialmente en México, el día de la Candelaria demuestra un sincretismo cultural que relaciona el maíz, las deidades y la feminidad.
La purificación de mujeres, el parto, la maternidad y la menstruación
De acuerdo con los evangelios, la virgen María acudió al templo de Jerusalén para recibir la purificación tras el nacimiento del niño Jesús, quien ese mismo día fue presentado en el recinto como la tradición lo indicaba.
La presentación del niño Jesús da origen a la tradición de llevar a las estatuillas que simbolizan al niño Dios a ser bendecidas en las iglesias, portando ropa especialmente escogida para ese día.
Virgen de la Candelaria, fotografía tomada de internet.
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La relación del día de la Candelaria y las mujeres es más estrecha de lo que te imaginas, la purificación era un rito que toda mujer que había tenido un parto debía atravesar. En él, las madres eran bañadas y rodeadas de flores y los padres debían ofrecer animales en sacrificio.
En 2016 Aitor Zabala escribió para el Diario Vasco sobre la purificación de las mujeres, la Candelaria y la creencia de la menstruación y otros elementos de la feminidad como algo impuro. “Detrás de esta celebración hay una sismología sustentada en una visión muy particular de la mujer, la pureza y la menstruación” afirma Zabala.
De acuerdo con la Biblia, debían pasar 40 días después del parto para que una mujer pudiera volver a entrar en un recinto sagrado, de hecho, se marcaba que la mujer no debía tocar ninguna cosa santa.
Según lo que indica Zabala, si la madre había dado a luz a una mujer, el periodo de purificación se ampliaba hasta 80 días. La intención de estos días lejos de los recintos sagrados era que las mujeres tuvieran el tiempo necesario para “purificar su sangre”.
Estas creencias antiguas de la religión judeocristiana arrastran hasta la actualidad creencias relacionadas con la impureza y lo maléfico de la menstruación, un evento natural en las mujeres.
Fotografía tomada de internet.
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Los tamales y la concepción
El sincretismo generado por el choque cultural de las culturas prehispánicas y el catolicismo dio como resultado la tradición de los tamales en México. El maíz del que está hecho el tamal se relaciona con la idea de la creación del hombre a base de maíz en las culturas antiguas.
La ollas abultadas donde este alimento se preparaba simbolizan el vientre de una mujer embarazada. Por su parte, el fuego está vinculado a la fuerza del padre.
Actualmente está popularizada la tradición de la rosca de reyes, quien corre con la suerte de encontrar al muñeco en la rosca deberá ser el padrino o la madrina de los tamales para el día de la Candelaria. Dicho acto simboliza la concepción de un ser humano, su formación dentro del vientre (la olla) y su nacimiento.
Con información de: BBC y Diario Vasco.