Cuando María Celeste estudiaba la secundaria, sus compañeros imitaban “sonidos africanos” en su presencia; cuando iba a un mercado, la gente tocaba sus rizos sin permiso. Hoy puede pasar horas analizando sanguijuelas en un laboratorio o estudiando para presentar propuestas de ley, como senadora de la República.

En entrevista con La Cadera de Eva, María Celeste Sánchez Sugia, la primera senadora afromexicana del país, asegura que su agenda política defenderá el impulso a la ciencia y la población migrante, la agenda de mujeres y de desarrollo cultural afromexicano.

“Decir que soy afromexicana y que me identifico como tal es, no solamente una lucha hacia afuera, sino hacia dentro; fue romper muchos de los estereotipos que tenía, inseguridades y una identidad incompleta”, cuenta a este medio. 

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María Celeste tomó protesta el pasado 14 de octubre, luego de que la senadora Citlalli Hernández dejara su escaño en el Senado para competir por el cargo de secretaria general de Morena, a nivel nacional, lugar que finalmente consiguió. 

La literatura para prevenir el abuso sexual

Antes de eso, la también candidata a doctora en ciencias biomédicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se desempeñó como voluntaria en asociaciones que atienden a niños migrantes y buscan prevenir el abuso sexual infantil con literatura.

“Estuve trabajando seis años en la asociación Pozo de Vida, y uno de los proyectos es la detección y prevención de trata de personas, específicamente niños y adolescentes hasta de 14 años en estaciones migratorias. Trabajamos a través de talleres de cuento”, dice. 

En la Universidad, María Celeste estudió psicología y decidió especializarse en el área de neurociencias. Para su tesis de licenciatura se encerró en un laboratorio para estudiar ratones con síndrome metabólico y su impacto en el aprendizaje y la memoria. 

“Estoy terminando mi doctorado en ciencias biomédicas, estoy trabajando el tema de modulación extra-sináptica de serotonina, específicamente, cómo afecta en la conducta. Ahora trabajo con sanguijuelas”, comenta María Celeste entre risas. 

¿Pero cómo fue que una psicóloga que trabaja con sanguijuelas llegó a un escaño en el Senado? María Celeste conoció a Citlalli Hernández cuando las dos tenían sólo 17 años, cada quien siguió su camino, pero se encontraron en la construcción de Morena.

“Somos muy cercanas, ella conocía mi trabajo en otras asociaciones y fue viendo mi perfil, creo que me eligió por eso y por la confianza que me tiene. Siempre se lo he dicho a ella, no voy a defraudar su confianza, ni la de las personas que la apoyan”, asegura.

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El camino para ser senadora

Cuando Citlalli le informó que dejaría su escaño para contender por la dirección de Morena, María Celeste vivió de todo, pero sobre todo miedo, “de saber cuáles son mis límites y mis alcances, pero haré todo para ser una digna representante de México”. 

En junio del año pasado, el Congreso de la Unión avaló una reforma a la Constitución Política para reconocer la presencia de los pueblos y comunidades afromexicanas, como integrantes de la composición pluricultural del país.

A partir de entonces, en su censo de población y vivienda, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) incorporó la pregunta para identificar a la población que se identifica como parte de estas comunidades.

La reforma no sólo logró conseguir ese cambio en el censo de medición del gobierno, sino que dotó a los afromexicanos de un carácter oficial en la ley y, con ello, adquirieron derechos para garantizar su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión social.

“Eso fue el primer paso, creo que es esperanzador, pero sabemos que aún tenemos muchos pasos que dar, como reformar cómo es que estamos en los libros de texto, cómo es que se conoce la historia de estas comunidades y políticas públicas específicas”.

María Celeste, una mexicana con raíces indígenas y africanas

María Celeste nació en la Ciudad de México, donde la diversidad cultural es muy amplia, pero sus rasgos la llevaron a replantear su identidad como una mexicana con raíces indígenas y africanas, abanderando, además, la lucha feminista interseccional. 

“No solamente hacemos feminismo por ser mujeres, sino pensando en que somos mujeres indígenas, afromexicanas, migrantes; y verlo de forma integral. A eso le apuesto yo y eso me gustaría llevarlo a la agenda próximamente”.

La madre de María Celeste es originaria de un pueblo de la Costa Chica de Guerrero, donde abunda la población afromexicana. “Mi mamá siempre se ha reconocido como una mujer negra, pero fue hasta hace siete años que asumí eso como parte de mi historia”.

“Desde que mi mamá llegó a la Ciudad de México, a los 17 años, fue discriminada, acosada sexualmente y todo lo que siempre se imagina para una mujer negra. Todo eso fue difícil, pero me ayudó a identificarme como afromexicana”, relata.  

La primera votación de María Celeste en el Senado fue en contra de la eliminación de 109 fideicomisos, en la Comisión de Hacienda, pese a ser parte del grupo mayoritario, que impulsó la reforma. Ella segura que defenderá la ciencia y la cultura, desde su escaño.