“El feminismo es algo mucho más allá, es algo de casa, es algo de unión, de salvarte. No puedes ser mujer y no ser feminista, porque estarías luchando contra ti misma”, afirma Renata Villarreal, una de las fundadoras de Marea Verde, organización de mujeres que lleva años de lucha para exigir que todas puedan decidir sobre su cuerpo y tengan la posibilidad de acceder a un aborto legal, seguro y gratuito si lo necesitan. 

En entrevista con LA CADERA DE EVA, Renata relata cómo la vida la llevó por el camino del activismo, en donde ha apoyado a muchas mujeres que como ella buscan que los derechos de todas sean respetados. Todo comenzó hace 15 años, cuando ella tenía 15 años y se embarazó.  

"Empecé a vivir todas las dificultades que vive una mujer para abortar o no abortando. La discriminación que vive una mujer embarazada, en este caso una adolescente embarazada, no te aceptan en las escuelas, no te dan trabajo.

“No es sólo el no abortar, sino qué pasa con las mujeres que deciden no abortar como yo y que tienen a su hijo a la edad que sea y se ven en dificultades en la maternidad y en el aborto, ya que la sociedad no está preparada para apoyar ni para sí ni para no”, enfatiza.

Desde entonces Renata se involucró en el movimiento dando pláticas y hablando sobre su experiencia. Destaca que en este tiempo ha habido grandes avances, como la reciente despenalización del aborto en Oaxaca, que brinda más opciones a las mujeres que quieren acceder a este procedimiento, ya que anteriormente sólo se practicaba en la Ciudad de México. 

“No es el final, porque la despenalización no es legalización. La legalización finalmente cubre a las mujeres más pobres y más desprotegidas, que es finalmente por lo que luchamos las que estamos aquí, son las mujeres que más nos toca a nosotros ver por ellas”.

Renata destaca que aún falta camino por recorrer, ya que el aborto es sólo uno de los temas pendientes, ya que la violencia de género abarca muchos espacios, desde las agresiones en casa, en el trabajo, en la maternidad, hasta las desapariciones forzadas y el feminicidio. 

“Yo creo que una cosa muy importante son las mujeres que faltan por darse cuenta de la violencia. Muchas tienen tan normalizado ciertos tipos de violencia, no creen que un esposo las puede violar o muchas se sienten incómodas cuando les dicen algo. Lo importante es que esas mujeres entiendan que eso es violento, que eso es violencia y que nadie tiene porque hacer esas cosas con ellas”, señala la activista de Marea Verde.