Si has cambiado un outfit que te hace sentir sexy antes de salir con algún chico, has rechazado tener relaciones sexuales en la primera cita aunque sí querías o no has subido esa foto que te encantó en donde enseñas tus atributos y todo para no verte como una “facilona”, has estado practicando slutshamming en ti misma. 

El International Feminist Journal of Politics definió el "slut-shamming" como: 

"una forma de estigma social aplicado a personas, especialmente mujeres, que se considera que violan las expectativas tradicionales sobre comportamientos sexuales"

Esto quiere decir que por normas socialmente construidas se cree erróneamente que como mujer debes vestirse ocultando tu cuerpo o comportarte de cierta forma. Si no lo haces significa que eres una chica fácil, “no te amas a ti misma” y “no te estás dando a respetar”. 

Slutshamming desde el Coliseo

En los tiempos de la antigua Roma, elpolítico y filósofo romano, Cicerón, afirmaba: “Una mujer soltera que se comporta de manera relajada en su forma de andar, de vestir, de hablar, de mirar con ojos brillantes y de ir a fiestas en la playa y paseos en barco; no solo la hace parecer una prostituta, sino una prostituta que busca hombres descaradamente”. 

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Tal pareciera ser que los tiempos no han cambiado pues las mujeres son juzgadas por disfrutar de actividades que los hombres hacen y son normales para ellos como tener sexo o parejas sentimentales. 

Tan común y arraigado en la sociedad se encuentra este estigma que recientemente Netflix se vio envuelto en una controversia de slutshamming en dos de sus series para adolescentes "Ginny & Georgia''" y "Degrassi: Next Class". 

En la primera, un personaje comenta "¿A quién le importa? Tú cambias de hombre más rápido que Taylor Swift", y en la segunda se afirma que "Taylor Swift ha construido su carrera a costa de sus ex".

Por años la cantante estadounidense ha sido atacada por los medios de comunicación quienes cuestionan la cantidad de hombres con los que ha salido. Hacen listas específicas de sus parejas humillándola por aparentemente “salir con muchos” y haber escrito canciones sobre ellos. 

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Lo anterior cae en el sexismo porque los artistas hombres, en cambio, son alabados entre más larga sea su lista de ligues y nadie cuestiona sus canciones tengan dedicatoria o no. 

Tampoco olvidemos el caso de Monica Lewinski: Humillada mundialmente al ser llamada en internet la “Blowjob queen” (la reina de las mamadas) sólo por mantener una relación CONSENSUADA con el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.

A raíz del acoso que sufrió, Lewinsky se convirtió en activista antibullying y explica que entre las consecuencias del slutshamming se encuentra desarrollar dismorfia corporal (preocupación excesiva por la apariencia física), ansiedad y depresión, baja autoestima, e incluso el suicidio. 

La hacen y alguna vez lo hicimos, pero ¿por qué?

Tanto hombres como las mismas mujeres hacen slutshamming a otras mujeres y no sólo por misoginia. En el caso de los hombres suele estar relacionado con masculinidad frágil y el querer demostrar poder. En el caso de las mujeres, es debido a inseguridades con su propia sexualidad, su propio cuerpo o a la opresión y machismo internalizados. 

Cuando la sexualidad despierta y hay slutshamming: cómo combatirlo

Según un estudio de la American Association of University Women, tres de cada cuatro chicas a los doce años ya han experimentado abusos sexuales, tanto físicos como verbales. Es en esta etapa en donde empiezan a tener curiosidad por la sexualidad pero también se pueden enfrentar a los juicios y expectativas que se tienen de las mujeres, haciendo que comiencen a crecer las inseguridades sobre su propio cuerpo y forma de ser y a limitar su sexualidad. Además, a esta edad se empiezan a utilizar las redes sociales para ampliar sus relaciones y expresarse. Es en ellas donde se dan más casos de acoso. Por eso te damos estos dos consejos para parar el slutshamming en redes:

1. Si ves que una mujer está siendo atacada, no te sumes al ataque. Defiéndela y reporta el comentario y la cuenta que lo hizo.

2. Ten tolerancia cero a este tipo de juicios y acoso en todos tus espacios: internet, círculos de amigos, familia, etc. De esta forma serán espacios más seguros para ti y otras mujeres, sobre todo las niñas y adolescentes que están entrando a ellos y a la vez construyendo su identidad. 

Por otro lado, si eres la persona que recibe el ataque recuerda lo siguiente:

No cometiste un error.

Ni tú, ni tu número de parejas, tu forma de vestir, de actuar, ni la forma en la que decides vivir tu sexualidad y feminidad son el problema. No renuncies a tu libertad, a tus espacios y a tu forma de ser por eso. No eres ni serás una mujer fácil porque eso no existe, lo único que existe son el machismo y la misoginia (y se van a caer).

 

Con información de: Platano Melón