Encontrar un buen trabajo siendo recién egresada es una de las situaciones más complicadas no sólo en México, sino en el mundo ya que la mayoría de las empresas optan por contratar personas que cuenten con mayor experiencia laboral volviendo esta situación en un ciclo donde las personas recién egresadas no pueden conseguir un trabajo por falta de experiencia, pero tampoco pueden conseguir esa experiencia porque ninguna empresa les brinda ninguna oportunidad laboral.
De acuerdo con el Congreso de la Ciudad de México, la carencia de empleo es una de las expresiones más agudas de la pobreza ya que en el país, terminar una carrera profesional no asegura que el egresado obtenga un buen empleo, o aún peor, que tenga un empleo, ya que se afirma que dos de cada cinco universitarios están desempleados; y 41% de estos, que son menores a 30 años, no tienen trabajo o han ingresado a la zona de la informalidad.
Hace algunos años aún se pensaba que el concluir una educación universitaria era la clave para conseguir mejores ofertas laborales, desafortunadamente, el vínculo entre la educación y el trabajo hoy en día no es claro ya que la situación que vive el país y el mundo no da una garantía de lograr empleo para todos los recién egresados, por lo cual cada vez es más frecuente encontrar a universitarios que se ganan en empleos informales o que no están relacionados con la carrera que estudiaron. De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Egresados 2020, el porcentaje de egresados que reporta no estar empleado es de 37.2%, cifra que aumento en 7.2% respecto al año 2019.
Es así como muchas empresas comenzaron a emplear estrategias diferentes para poder contratar a personas recién egresadas, pero lejos usar esto como una forma de beneficiarlos, más bien están creando ambientes de explotación laboral y agotamiento extremo. Expertos afirman que hay muchas empresas que contratan específicamente a jóvenes que se acaban de graduar y aunque en algunos casos puede verse como una oportunidad de crecimiento, también se corre el riesgo de que los jóvenes queden encasillados en funciones poco remuneradas y exigentes.
Si bien es cierto que muchos puestos de trabajo son creados específicamente para ayudar a que las personas recién egresadas crezcan en ellos ya que hay objetivos claros y metas a largo plazo empezando desde un nivel más bajo, hay otras empresas que crean infraestructuras en las que contratan a empleados jóvenes que tienen pocas oportunidades, o ninguna, de ascender, y luego les ordenan tareas muy exigentes con el objetivo de explotarlos laboralmente hasta que abandonen los puestos de trabajo para así repetir el patrón con otras personas en la misma situación.
Explotación laboral: una violencia normalizada
Según Helen Hughes, profesora asociada de la Escuela de Negocios de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, algunas compañías deciden establecer un "modelo a corto plazo" en donde la prioridad es rotar constantemente a los jóvenes en lugar de invertir en ellos, esto debido a que pueden pagarles menos debido a la falta de experiencia y a las pocas expectativas de ellos ya que es su primer trabajo, así mismo los empleadores piensan que son “más maleables”.
Cuanta menos experiencia tiene el empleado, más abierto de mente es y, en general, está más dispuesto a aceptar las condiciones del entorno laboral que se encuentra […] No están condicionados por la experiencia, lo que tiene ventajas para el empresario: son más fáciles de moldear, afirmó la profesora Helen Hughes.
Esta falta de experiencia puede dejar a los jóvenes trabajadores que buscan abrirse camino en una carrera susceptibles de que se les ofrezcan empleos equivocados o entornos de trabajo tóxicos. Los trabajadores pueden verse agobiados por largas jornadas laborales, enormes cargas de trabajo o tareas menores y, debido a su falta de antigüedad, son incapaces de defender sus intereses, afirma la experta.
Así mismo, dentro del modelo tradicional de trabajo, se piensa que se deben aguantar este tipo de situaciones para así poder crecer, lo que podría resumirse en la llamada meritocracia, esto puede ser muy dañina para una persona joven ya que se encontrará desesperada por establecerse en puesto de trabajo, por lo que aceptará ser sometido a largas jornadas y malas condiciones de trabajo, con tal de llegar a ese crecimiento que, muchas veces, no existe.
Algunos deciden quedarse y resistir al máximo porque están empezando […] Pero sin experiencias anteriores que sirvan de referencia, el riesgo es que acepten que eso es lo que se requiere para poder estar en ese lugar, que las malas condiciones se normalicen y que esa persona acabe pensando que eso es todo lo que vale, comenta la profesora Helen Hughes.
¿Las consecuencias? Un agotamiento laboral extremo
Una de las consecuencias más comunes ante esta precarización laboral es el llamado burnout. De acuerdo con el portal Quirón Prevención, el síndrome de burnout o "síndrome del trabajador quemado" hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador. Es un proceso en el que progresivamente el trabajador sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral.
Según los expertos, el burnout se puede estructurar con características como:
- Se entiende más como proceso gradual, que como estado clínico estático y dicotómico.
- Se aborda considerando el proceso como una respuesta de defensa ante una situación de estrés laboral crónico.
- Los trabajadores que padecen sintomatología del quemado, suelen ser personas idealistas que inician su profesión con ideas utópicas y de entrega solidaria al prójimo.
- El síndrome suele circunscribirse a trabajadores que ejercen profesiones de ayuda.
¿Cómo se produce?
El burnout se entiende como un proceso continuo en el que la persona poco a poco, va perdiendo energía, optimismo e ilusión en su trabajo de ayuday se describen cuatro fases básicas:
- Etapa de entusiasmo
- Etapa de estancamiento
- Etapa de frustración
- Etapa de apatía
Los síntomas del burnout
De acuerdo con el portal Quirón Prevención, los principales síntomas del síndrome de burnout son los siguientes:
- Agotamiento físico y mental generalizado
El trabajador sufre una pérdida de energía en todos los niveles de salud:
- Señales de agotamiento físico: fatiga crónica, aumento de peso o bien pérdida de apetito. También puede reflejarse en la aparición de alteraciones psicosomáticas como dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales y, en el caso de las mujeres y personas menstruantes, desregulación del ciclo menstrual.
- Señales de agotamiento mental: el estrés y la ansiedad son los principales protagonistas que preceden al síndrome del trabajador quemado. Es más, el burnout se alimenta de ambos, además de tener relación con la aparición de trastornos adaptativos, relacionados con el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio.
- Despersonalización y cinismo
El burnout produce un cambio en el comportamiento del trabajador que lo sufre. Este adopta una actitud de indiferencia y desapego, reduciendo claramente su compromiso hacia el trabajo. Esto se manifiesta también en sus relaciones en el ámbito laboral, tanto con compañeros como con clientes. La irritabilidad y el endurecimiento del trato se convierten en tónicas habituales dentro de la forma de actuar de un trabajador quemado, los clientes, usuarios o personas con las que interaccionan perciben este cambio de actitud, pero también la familia y su entorno social.
- Descenso en la productividad laboral y desmotivación
Los dos puntos anteriores derivan en una bajada de la productividad laboral y en una desmotivación que genera frustración y evidencia una ausencia de realización personal en el trabajo. Hay falta de atención hacia las tareas, olvidos frecuentes y una desidia generalizada que nace de la dificultad para concentrarse. Todo ello forma parte de un círculo vicioso que se retroalimenta constantemente (nunca consigue ser el trabajador que era antes de quemarse y ello el genera mayor sufrimiento), ya que la incapacidad de cumplir con el trabajo, concentrarse, gestionar sus actividades, etc., no deja avanzar en la cada vez mayor "pila de tareas pendientes".
El panorama actual para las personas recién egresadas está plagado de explotación laboral y nulas oportunidades de crecimiento, es por ello que exigimos condiciones laborales dignas, salarios adecuados y oportunidades para crecer dentro de las áreas de interés.