Las mujeres toman la “decisión” de relacionarse sexo-afectivamente con un hombre y previamente la de tener hijos o hijas con este mismo, pero ellas no son las responsables de cómo ese hombre ejerce su paternidad.

“Yo no diría que es cuestión de que elegir bien o mal, sino de elegir lo adecuado para nosotras de acuerdo a nuestras necesidades y que estás necesidades no lleguen a un entorno que sea violento” menciona la experta en perspectiva de género y psicóloga Bárbara Sánchez.

Sin olvidar que hay mujeres que toman la decisión pero también hay otras que son obligadas a casarse y/o a tener hijos con hombres que ellas no eligieron realmente.

La culpa es de las madres 

Históricamente nos hemos visto sometidas a una cultura que perpetúan las relaciones de poder entre hombres y mujeres, siendo desafortunadamente las mujeres quienes son las más afectadas porque son sometidas con base en su condición sexo-genérica.

“Tanto las mujeres como los hombres tenemos y asumimos una responsabilidad al momento de elegir a nuestra pareja para que ambos nos brindemos un entorno saludable y de crecimiento, también de afecto y en esta parte erótica afectiva” dijo la psicóloga Bárbara Sánchez, experta en perspectiva de género.

Ninguna mujer puede controlar lo que el padre de sus hijos o hijas hace o deja de hacer. Y este discurso de "debiste elegir a un mejor padre" culpabiliza (una vez más) a las mujeres de las acciones de los hombres.

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“Tenemos derecho a un espacio libre de violencia por eso creo que sí tenemos la responsabilidad para con nosotras sobre a quién elijamos, que sea  saludable para nosotras, que nos aporten que nos haga crecer y que nos brinde un espacio libre de violencia” reafirma la psicóloga Bárbara. 

La responsabilidad es compartida 

Los hombres son los únicos responsables de su paternidad, por ello, hay que seguir cuestionando los discursos patriarcales que siguen responsabilizando a las mujeres por lo que hacen o no los varones. 

Bárbara Sánchez menciona que al momento de elegir pareja, independientemente del sexo o género, “hay que pensar en qué tipo de persona quieres o no en tu vida, de acuerdo a tu a tu plan de vida, también a tu proyecto personal, qué es lo que quieres en tu familia, qué es lo que no quieres para ti o para tus hijos” 

Desde la perspectiva de género, estos roles que se nos asignan socialmente, nos dirigen a tener conductas que pueden ser dañinas tanto para hombres como para mujeres. Nos lleva a justificar acciones violentas que se puedan dar en las relaciones heterosexuales, principalmente. 

“Es importante analizar las expectativas que nosotros y nosotras tenemos porque a partir de cómo nos hemos socializado es que estos roles van a jugar un papel importante, donde se naturalizan ciertas conductas que no van a ser saludables para nuestro entorno tanto física, social y mentalmente” dice la psicóloga.

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