Podrías pensar que ya conoces bastante bien las historias de tu familia: entre los recuerdos de la infancia y las reuniones y las reuniones festivas, es posible que hayas pasado horas con tus padres, abuelos, tías y tíos absorbiendo la tradición familiar. Pero, ¿realmente sabes tanto cómo crees?
La antropóloga Elizabeth Keating afirma que muchas personas no saben nada sobre sus padres o abuelos, a pesar de llevar toda una vida junto a ellos, los adultos pueden compartir algunas anécdotas familiares una y otra vez, pero, aun así, muchos de nosotros no tenemos un sentido más amplio del mundo en el que vivían, y especialmente cómo era antes de que llegáramos nosotros.
Elizabeth realizó una serie de entrevistas en donde notó que las personas sabían muy poco sobre los primeros años de vida de sus abuelos o padres, cómo se criaron y qué experimentaron cuando eran jóvenes. Pocos podían recordar alguna historia personal sobre cuando sus abuelos o padres eran niños. Modos de vida enteros estaban desapareciendo desconocidos, afirma la escritora y antropóloga.
Fue así como nació el libro Las preguntas esenciales: Entrevista a tu familia para descubrir historias y unir generaciones, en donde se abarcan 13 temas diferentes. Incluyen antecedentes básicos, como dónde nació alguien, así como preguntas más abstractas, como cómo alguien concibe su identidad, en qué cree y qué ha notado sobre el paso del tiempo.
Lo específico de cada pregunta es la clave del libro, es así como después de preguntarle a un pariente sobre la casa en la que crecieron, se hacen preguntas particulares como: ¿A qué miraban sus ventanas? ¿Qué escucharon cuando se despertaron por la mañana? La antropóloga afirma que cuando se piden descripciones de la casa de la infancia de un anciano y los vecindarios por los que deambulaba, se cuentan historias que lo ubican en un mundo sensorial del que se sabía muy poco.
La desconexión familiar
La razón por la que muchas personas no saben mucho acerca de sus abuelos o incluso de sus padres es sorprendentemente simple: nunca pensaron en preguntar y no tenían las preguntas correctas. Los padres y abuelos pueden haber experimentado la modernización, las nuevas tecnologías, los cambios en las actitudes de los padres e incluso las revoluciones políticas, pero esta serie de historias se pierden debido a las conversaciones monótonas en donde siempre se cuenta la misma anécdota.
Debido a esto, Elizabeth recalca la importancia de escuchar e interesarse por el pasado familiar y no olvidar que cada persona es un individuo que tiene sus propias vivencias y recuerdos, en donde se pueden encontrar historias fascinantes.
APVB