Lilia y Celia decidieron trabajar para Joaquín “El Chapo” Guzmán sólo para mejorar su calidad de vida. El crimen que cometieron fue cocinar, lavar y limpiar las casas de uno de los narcotraficantes más buscados de la historia.
Ellas fueron elegidas porque sabían cocinar el platillo favorito de “El Chapo” que era machaca con huevo con sus frijoles de olla y tortillas bien calientitas, de hecho eran consideradas parte de las personas de confianza.
Las dos cocineras, Lilia y Celia son originarias de la sierra de Durango, una de las zonas marcadas por la pobreza al norte de México, debido a la marginación y falta de oportunidades, donde conocieron a Joaquín Guzmán Loera.
Mary Sánchez, hermana de una de las cocineras, dijo que su familiar era madre soltera de un niño y era muy difícil sacarlo adelante, “hay veces (sic) que teníamos para comer y a veces que no (sic). “Entonces cuando ella lo conoció (al “Chapo”) , la verdad sí le dio mucha alegría porque todas las personas de los ranchos sabemos que él ayuda a las personas”.
Las posturas sobre el tema son diversas, ya que testimonios de familiares han señalado que sólo hacían labores de cuidado, mientras que un juez dijo que su participación contribuyó al engranaje de la organización.
“Juliana”, es hija de una de las cocineras que trabajaba para quien fuera líder del Cártel de Sinaloa; angustiada la joven relató: “Qué pasó dispararon, en ese momento yo no sé si habían matado a mi mamá, yo no sabía nada”, dijo en entrevista para la cadena Telemundo.
Lilia y Celia siguen en prisión
El día de la detención, en el Fraccionamiento Las Palmas de la ciudad de Los Mochis, Sinaloa. Las mujeres eran consideradas parte del personal de alta confianza del capo, antes de su último arresto del Capo, trabajaron ocho años con él. Fueron atrapadas durante el operativo Cisne Negro, desde entones hay dos versiones contrarias que señalan su presunta participación.
Abogados y familiares aseguran que las autoridades no tienen pruebas para sostener dichas acusaciones. Han llegado a declarar que existen imágenes donde se muestra que ellas estaban desarmadas y escondidas en el baño cuando fueron detenidas.
“No existe ninguna disposición en el que se encuentre limitado a que una persona pueda trabajar como doméstica con una persona que sea líder de un grupo de delincuencia organizada”, afirmó en su momento Refugio Rodríguez, abogado defensor de las cocineras.