El lipstick feminist es una variante del feminismo liberal que va en contra de dejarse los vellos en las axilas, raparse y jugar fútbol. Este movimiento apuesta por el poder sexual de las mujeres junto con las ideas feministas.
Incluso, esta variante, señala la investigadora e historiadora Karina Felitti que se puede ser feminista y estar en zapatillas, con maquillaje y habiéndose operado los pechos. No reniegan de la heterosexualidad y tampoco de lo que implica el mercado de la belleza. Y para ellas pueden ser un punto de partida para la autoestima, la seguridad personal, el reconocimiento y el valor de la decisión individual.
Felitti comenta en entrevista con la Luciana Parker: “por ejemplo, piensan que si yo decido una cirugía no es porque quiero modificar mi cuerpo para el varón sino porque yo tengo un proyecto de cuerpo, yo soy la que construye mi cuerpo igual que como ir al gimnasio porque me gusta gustarme”.
Al respecto, la feminista Arlette Garduño, quien estudió Gender Studies (Estudios de Género) en la Universidad de Lund en Suecia, señala que este movimiento no es crítico con los estereotipos de belleza, "las lipstick" son consideradas como feministas liberales. Garduño señala que debemos asumir que dentro del feminismo hay diversas ramas, a partir de la tercera ola se han etiquetado diferentes feminismos. Después se habla del postfeminismo, que es la cuarta ola de este movimiento, donde se podrían ubicar a “las lipstick”.
El diario HuffPost México señala que la diferencia entre las feministas radicales y liberales es que mientras las feministas liberales buscan la igualdad entre hombres y mujeres, las radicales quieren reconstruir de inicio el sistema patriarcal.
Aunque para Felitti, el adoptar estos “patrones de belleza” mediante cirugías incluso hábitos como “ser sexy” al tomar clases de striptease, buscar citas por internet, consultar libros eróticos hasta practicar rituales en torno a la menstruación pueden fungir como herramientas de goce o mecanismos de control.
“Yo elijo pensar que de todos modos las mujeres tienen capacidad de decidir y están encontrando placer en estos valores sexuales”, dice Felitti a en entrevista con la periodista argentina Luciana Parker.
El adoptar patrones de belleza “puede ser un punto de partida para la autoestima, la seguridad personal, el reconocimiento y el valor de la decisión individual” dice Felitti. En este sentido, Garduño señala “cada quien tiene derecho a ponerse lo que quiera y hacer lo que desea, pero tenemos que pensar porqué queremos vernos de tal o cual manera”.