Un hombre trans se molestó con los médicos y enfermeras que lo atendieron en el nacimiento de su hijo; reclama que le llamaran “madre” o “mamá” durante su parto. Bennett Kaspar-Williams, un hombre transgénero de 37 años, pidió respeto a la comunidad LGBT+. Explicó que es necesario desvincular la preconcepción de que ser mujer es igual a ser madre. 

"Incluso con una barba llena, un pecho plano y un marcado género 'masculino', la gente no pudo evitar llamarme 'mamá'", declaró.

Tras un año de contraer matrimonio con su esposo Malik , concibió a su primer pequeño; sin embargo, su experiencia, de por sí dolorosa físicamente, también fue un momento desagradable emocionalmente debido a la acción violenta de los médicos, expresó Bennett.

Los hombres transgénero enfrentan dificultades para acceder a tratamientos de salud, endocrinológicos, de salud reproductiva e incluso padecen violencia obstétrica y sexual, según investigaciones de la UNAM. 

Género y maternidad

De acuerdo con la columna de Dalia Morquecho, al vivir en sociedad, estamos sujetas a que los constructos derivados de esta repercutan en cómo actuamos y en cómo somos con los demás. A lo largo del tiempo, estas ideas preconcebidas se han convertido en prejuicios, en estereotipos que atribuyen a nuestro sexo a ciertas conductas y a su vez, los roles de género.

“El negocio del embarazo, y sí, digo el negocio porque toda la institución de atención del embarazo en Estados Unidos se centra en vender este concepto de ‘maternidad’ que está tan entrelazado con el género (…)” declaró Bennett.

Los roles de género perpetúan la relación del concepto de maternidad con el rol femenino de las mujeres. Esto tiene como consecuencia que no se reconozca la identidad de género de las mujeres que deciden transicionar, ya que, se identifican con el género masculino, como es el caso de Kaspar-Williams.

A pesar del maltrato recibido al llamarle “madre” o “señora” durante el parto, Bennett afirma: “Mi hijo sin duda aceptará que vino de mí, al igual que acepta todo el amor y la belleza que lo rodean, con los brazos abiertos. Los niños ven amor, ven paciencia y compromiso”.