La historia de Olimpia Coral Melo, activista que convirtió su experiencia de violencia digital en una causa de justicia colectiva, llega al cine. Llamarse Olimpia es un documental que recupera esa lucha y la transforma en memoria, resistencia y acción feminista.
Llamarse Olimpia, documental dirigido por Indira Cato, retrata la historia de la activista Olimpia Coral y su lucha por tipificar la violencia digital en México. Este 26 de octubre, la película llegó a la Ciudad de México como parte del Festival DocsMX 2025, con una proyección en el Parque España.
"Es un documental autónomo, libre e independiente, hecho 100% por mujeres que retratan la lucha de territorio y que además tiene un montón de audiencia por lo que significa. No es un documental, no es una película, es un retrato de una lucha de territorio y de una conciencia social para que hagamos empatía sobre las víctimas de violencia digital y las implicaciones de lo que significa en México, América Latina y en el mundo, dijo Olimpia en redes sociales.
En junio, Llamarse Olimpia, producida de forma autónoma por Chumbera Producciones, fue reconocida con el Premio Mezcal a la Mejor Película Mexicana en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). El galardón marcó un nuevo paso para el documental, que ahora suena como posible contendiente a los Premios Óscar.
¿En dónde ver “Llamarse Olimpia”?
La película busca representar a las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia digital a través de un a mirada crítica, digna y feminista, y ya está disponible en la plataforma de streaming MUBI México y otros países de Latinoamérica.
¿De qué trata la película?
Llamarse Olimpia retrata la lucha de la defensora de los derechos de las mujeres, Coral Olimpia Melo, para impulsar una iniciativa de ley que penalice la violencia sexual digital.
A los 18 años de edad, Olimpia fue víctima de la difusión no consentida de un video íntimo y, a partir de ello, emprendió una larga década de activismo para que la violencia sexual digital fuera reconocida y sancionada en leyes estatales y, posteriormente, en el Código Penal Federal, convirtiéndose en una poderosa voz en la lucha de los derechos de las mujeres.
La película, que acompaña cinco años de esta lucha, explora tanto su proceso personal de reapropiación del nombre, como el activismo colectivo que derivó en la llamada Ley Olimpia y que ha llegado a distintas partes de Latinoamérica.

En una entrevista con Canal 22, Indira Cato explicó que la película surgió después de buscar a Olimpia y afianzar una relación para documentar el avance de la Ley Olimpia.
“Fue un proyecto que se tardó cinco años y así como tardas mucho en hacerlo, tardas en llegar a más espacios. Sin dudas lo va a hacer, es una película que su naturaleza no es quedarse guardada, tiene que ir a todos lados. (...) Acompañar la película de diálogos, de pláticas, ir a escuelas, plazas, espacios no convencionales para eventualmente ir a los cines”.
¿Cómo ha avanzado la Ley Olimpia en la región?
En México, la Ley Olimpia surgió como una respuesta directa a la necesidad de nombrar, reconocer y sancionar la violencia sexual digital, una forma de agresión que, hasta hace pocos años, no tenía cabida en el marco legal. Gracias al activismo impulsado por Olimpia Coral Melo y los colectivos feministas que acompañaron su lucha, la ley fue reformada e incorporada en los Códigos Penales de las 29 entidades federativas, así como a nivel federal, mediante su inclusión en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV).
La trascendencia de este movimiento jurídico y político ha servido como referente para toda Latinoamérica. Actualmente, diversos países del continente, incluido México, cuentan con reformas inspiradas en la Ley Olimpia, que tipifican y sancionan la difusión no consentida de material íntimo, el hostigamiento digital y otras formas de violencia sexual mediada por tecnologías.
Entre ellos Argentina, que este año promulgó Ley Ema, en memoria de Ema Bondaruk, víctima de difusión no consentida de imágenes íntimas que con tan sólo 15 años de edad decidió quitarse la vida.

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