“Es impactante saber qué el acusado es tu vecino y darte cuenta que, a unos casas tuyas estaba pasando esto. Se manejaba como la buena persona, el señor gentil que te saludaba todos los días, era cercano a la iglesia era parte del consejo de la colonia, era de las personas que podían pasar desapercibidas toda su vida”, cuenta Maribel, una de las vecinas de Andrés N, a quien se le han inculpado por 30 feminicidos.
Andrés "N", de 72 años, fue detenido por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FJGJEM), en la colonia Lomas de San Miguel, en el municipio mexiquense de Atizapán.
Los rumores en torno a la personalidad de “El chino” como lo conocían en la colonia han dado vuelo. La detención del feminicida se convirtió en el destape de un posible feminicida serial.
Trabajos de búsqueda de evidencia y de cuerpos continúan en la casa del feminicida de Atizapán. (Foto: Cuartoscuro)
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Reyna González, de 34 años, a quien se encontró sin vida y desmembrada en el domicilio de Andrés “N”, se ha señalado como su pareja sentimenta. Sin embargo, fuentes de La Cadera de Eva han contando que sólo eran amigos y ella era pareja de un policía, y es quien denuncia los hechos.
“Él era muy amable con las mujeres, muy atento, siempre estaba dispuesto. Creo que su estrategia era escuchar”, cuenta Maribel.
Aunque para María, otra de las vecinas, “El chino” era amable con todas y no hacía distinción de género.
“Sí te puede decir que era como ‘tonto’ se dejaba de las personas, dejaba que le gritarán y lo tratarán mal”, señala Maribel.
María solamente entró una vez a su casa y cuenta que “su casa era muy austera, era muy pobre, no tenía muebles, todo era viejo, muy sucio, el piso era de tierra, todo era muy feo, por eso nunca volvi por el aspecto de la casa”, dice.
“Él tenía un aspecto sucio, yo creo que sí se bañaba, tenía la ropa limpia, por la edad, yo creo que olía así”, comparte María.
“Me siento muy mal, no pensé que él fuera así, que pude ser su víctima, conviví algún tiempo con él, hasta el domingo dije ‘no era cierto’, siento que dios me da una segunda oportunidad de vida, pude ser una de sus víctimas”, dice su vecina cercana.
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María cuenta que seguido veía a Andrés “N” en el local de Reyna, su última víctima. “Él le llevaba de comer, seguido estaba ahí”, revela.
“Era muy insistente”
Otra de las versiones que Andrés “N” seguido invitaba a mujeres a su casa, “era muy insistente”.
“Creemos que su estrategia era escuchar a las chicas, platicar con ellas, ganarse su confianza para que estuvieran cerca; su última víctima fue a su casa, ella le tenía confianza, supuestamente fue a decirle que no quería salir con él, algo así han dicho”, dice Maribel.
Algunas versiones que le han llegado a Adriana es que Andrés “N” comía mucha carne, los guisados que preparaba sólo se los ofrecía a hombres. Sin embargo, esto no se puede constatar, ya que sólo han sido rumores.
Andres “N” era el presidente del Consejo Consejo de Participación Ciudadana de la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán de Zaragoza.
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“Siempre ha sido una colonia muy tranquila”
La colonia Lomas de San Miguel siempre ha sido muy tranquila. Mireya llega a después de las 10 de la noche y nunca ha sentido miedo, se ha enterado que seguido hay asaltos, pero nada más.
“Sí pensé ayer en la noche, ‘hay gente que no sabemos’, no me generó miedo sino incertidumbre, no sé cómo operaba ese señor, cómo hacia para asesinarlas, es una incógnita, eso me hace ruido, cómo las atraía, a lo mejor antes era más fuerte, ahorita es grande, cómo las atrajo, para hacer eso tan horrible”, dice.
“El señor llegaba a platicar con mi papá, porque tenía un puesto a donde iban todos los señores, pero siempre había sido amable”, cuenta.
El enterarse de la noticia para Mireya fue desconcertante, “te imaginas que esas cosas pasan en colonias como Ecatepec o Naucalpan. Este ha sido mi lugar favorito (Atizapán), llegué cuando tenía ocho años. En la colonia no había nada, ni pavimento, era un cerrito, he visto la evolución, la compramos en obra negra, poco a poco la fuimos construyendo, pero nunca te imaginas que pudieran pasar cosas así”, dice Mireya.
Para las tres mujeres entrevistadas conocer la noticia ha sido una sorpresa, ya que se sienten vulnerables, una de las frases han repetido fue “pude haber sido yo”.