La periodista Carmen Aristegui fue tomada en cuenta en una revista de la época, pues desde hace décadas, las mujeres han exigido la despenalización del aborto en México, de acuerdo con registros históricos.  

Carmen Aristegui es quizás la periodista más influyente en el México actual. Con su compromiso por el periodismo y su implacable persistencia, ha puesto en el punto de mira algunas de las exigencias de los derechos de las mujeres. 

En los años 90, la revolución sexual representaba una oportunidad para que los hombres, el Estado y la religión dejaran de controlar el cuerpo de las mujeres. En México, la lucha por la despenalización del aborto aún sigue sin incluirse en la agenda política. Pero, ¿qué opinaba Carmen Aristegui?

“Yo creo que el aborto es un tema muy polémico, por supuesto. En mi opinión personal debería de tomarse una decisión política en el terreno de permitir o no permitir el aborto, pero basada en la realidad, basada en que en México millones de mujeres lo practican como un hecho real que cotidianamente lo vemos y que existe”, dijo Aristegui. 

Y es que, es cierto que las mujeres siempre han abortado y seguirán abortando, la cuestión es que muchas de ellas no tienen los recursos necesarios para hacerlo de manera segura, afirman feministas. 

Si bien la consigna de la despenalización y legalización del aborto libre ha sido de las principales exigencias del movimiento feminista, es importante desmitificar que la clandestinidad es insegura por sí misma. Las mujeres se han organizado para acompañar abortos seguros, sea legal o no. 

El trabajo de las colectivas feministas que acompañan a mujeres que deciden abortar es fundamental para la atención integral, desde la medicación y procedimientos médicos hasta la contención emocional. Este trabajo se ha llevado a cabo en total clandestinidad porque las mujeres que abortan y que acompañan lo hacen en estados donde el aborto aún es tipificado como un crimen. Por ello es una práctica insegura, porque las mujeres se tienen que esconder y muchas veces eso se suma a las condiciones precarizadas de las redes de acompañantes, de acuerdo con Fondo María. 

“Entonces creo que la legalización del aborto más que como una solución ideal para el problema de planificación en la mujer tendría que responder a una realidad que está viviendo nuestro país y tendría que, legislándose, ofrecerse mejores condiciones de higiene para las mujeres que de hecho lo practican”, afirmó la periodista. 

El 7 de septiembre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó el artículo 196 del Código Penal de Coahuila, que penalizaba el aborto hasta con tres años de prisión.

Entre 2021 y 2022 se despenalizó el aborto en ocho entidades del país: Hidalgo, Veracruz, Baja California, Colima, Sinaloa, Guerrero, Baja California Sur y Coahuila. Los congresos locales de los primeros siete legislaron a favor de la interrupción legal del embarazo. 

Sin embargo, a casi un año de que la Corte declaró inconstitucional al criminalización del aborto, aún no se garantiza la interrupción legal del embarazo en 22 estados, por lo que las mujeres usarán amparos colectivos para acceder a este derecho, así que la lucha sigue pendiente.

 “Y bueno, finalmente, el aborto creo yo que debe ser una decisión personal, una decisión que tiene la mujer sobre su propio cuerpo, sobre su propio destino, y sobre su propia manera de ver la vida, entonces creo que México [...]vive un atraso significativo, porque la realidad rebasa con mucho las prescripciones legislativas en nuestro país; se debe de reconocer que muchísimas mujeres mexicanas mueren y creo que ese es un dato contundente para hablar de una necesidad de tomar cartas en el asunto”, sentenció Aristegui