La Arquidiócesis de Santa Fe, una de las más antiguas de Estados Unidos, se enfrentó desde hace años cientos de oposición en contra de 74 sacerdotes por delitos de pederastia en parroquias o escuelas a cargo de la diócesis. Debido a las denuncias, la iglesia se enfrentó a la bancarrota y para evitarlo los religiosos se comprometieron a pagar 121.5 millones de dólares para compensar a 375 denunciantes de delitos ocurridos hace más de 25 años.

El abogado Dan Fasey, quien ha representado desde 2018 a algunas de las familias que acudieron a los tribunales a destapar la situación, asegura que, si bien el dinero no eliminará el dolor y trauma de las víctimas, espera que pueda contribuir a mejorar su calidad de vida

Desde 2018, la diócesis ha gastado 52 millones de dólares en convenios con las víctimas para evitar que los casos lleguen a un juicio.

Por otra parte, el acuerdo también obliga a la Iglesia católica a crear un archivo público con documentos que cuentan con la historia de abusos de los más de 70 religiosos implicados. Así mismo, habrá servicios religiosos y reuniones con los sobrevivientes.

La arquidiócesis espera que estos pasos positivos puedan ayudar a curar a las víctimas de abuso y a la comunidad, indica el comunicado.

La arquidiócesis dice tener una política de cero tolerancia a los abusos desde hace 25 años. Este protocolo para proteger a los niños y jóvenes exige una revisión de los antecedentes de todos los empleados de la organización católica y la obligación de tomar cursos sobre entornos seguros para las juventudes católicas.

APVB